La menopausia es el cese de los períodos menstruales de una mujer una vez transcurridos doce meses de ausencia de menstruación. Estos cambios en el cuerpo afectan también al sueño.
Los síntomas de la menopausia empiezan habitualmente 4 a 7 años antes del último período menstrual. De los síntomas frecuentes son los bochornos nocturnos, que son la sensación de calor intenso que se presentan en la parte superior del cuerpo y se extiende a la cara, tienen una duración de 2 a 4 minutos y se acompañan de sudoración nocturna y/o ansiedad.
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Durante y después de la transición a la menopausia, las mujeres tienen un incremento a desarrollar insomnio, que se caracteriza por dificultad para poder dormir. Se estima que el 50% de las mujeres en menopausia tienen alteraciones del dormir.
Este incremento del insomnio también está asociado a depresión y /o a ansiedad, contribuyendo a lo anterior los cambios hormonales y las circunstancias de la vida (divorcio, separación de la pareja; cuidado de los padres) que afectan a la salud mental.
Además durante la transición a la menopausia y posterior a esta, el ronquido empieza a ser común, al disminuir las hormonas reproductivas, los tejidos alrededor de la faringe son más colapsables y el aumento de peso causa obstrucción de la vía aérea superior. El ronquido puede ser síntoma del síndrome de Apnea hipopnea obstructiva del sueño que ocasiona pausas en la respiración.
Más de la mitad de las mujeres posmenopáusicas tienen síndrome de piernas inquietas, un trastorno del sueño que causa molestias en las piernas en la noche y que mejoran al moverlas. La fluctuación de las hormonas y la deficiencia de hierro desencadenan este trastorno.
¿Por qué la menopausia afecta al sueño?
Durante la transición a la menopausia, el cuerpo produce menos estrógenos y progesterona que están involucrados en el ciclo hormonal. Estos cambios afectan a varios sistemas y en general al sueño:
- Termoregulación: En la menopausia la disminución de estrógenos causa que el cerebro empiece a ser más reactivo a los cambios de temperatura.
- Estado de ánimo: Los cambios en los estrógenos interfieren con los neurotransmisores que tienen función en el estado de ánimo. Esto explica los cambios de humor, la depresión y la ansiedad característicos de la transición a la menopausia.
- Metabolismo: También la disminución de estrógenos ocasiona aumento de peso y por lo tanto, mayor probabilidad de desarrollar ronquido y el Síndrome de apnea hipopnea obstructiva del sueño.
La Terapia de Reemplazo Hormonal (prescrita por un médico ginecólogo) es uno de los tratamientos que se emplean para los síntomas de la menopausia, los cuales reducen las sudoraciones nocturnas, la depresión y también las dificultades para el dormir.
¿Cómo dormir mejor en la menopausia?
Además de la terapia de reemplazo hormonal es importante lo siguiente para tener un sueño de calidad:
- Tener un ambiente de habitación adecuado, que esté oscuro, cómodo, tranquilo.
- Hacer técnicas de relajación o mindfulness como rutina para acostarse.
- Evitar alcohol, tabaco y cafeína en la noche, ya que estas sustancias interfieren con el dormir e incrementan las sudoraciones nocturnas.
- Realizar ejercicio físico diariamente en la mañana
- Acudir a Terapia Cognitivo Conductual para insomnio, que ayuda a disminuir las alteraciones del sueño asociadas a la menopausia y a la sensación de irritabilidad que se acompaña los bochornos.
Cerca de la mitad de las mujeres en menopausia presentan problemas de sueño, así que no estás sola, recuerda consultar al médico para que te brinde las mejores opciones de tratamiento para ti.
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