Entre la inmensa variedad de tacos en México, están los famosos tacos de tripa. Para algunos son un manjar crujiente y lleno de sabor; para otros, una opción poco apetecible. Pero más allá del gusto personal, la pregunta que muchos se hacen es: ¿Qué tan saludable es comer tacos de tripa? Exploramos diversas respuestas.
Te podría interesar
¿Qué tan saludable es comer tacos de tripa?
Los tacos de tripa se preparan con los intestinos limpios de res o cerdo, conocidos en la cocina mexicana como "tripa de leche" (intestino delgado) o "tripa gorda" (intestino grueso). Según el Diccionario enciclopédico de la gastronomía mexicana, este ingrediente ha sido parte de la cocina tradicional por generaciones y se suele hervir, asar o freír, dependiendo de la región y el gusto de cada comensal.
Desde el punto de vista nutricional, las tripas no son un desperdicio: contienen proteínas, hierro, zinc, fósforo, manganeso y vitaminas del complejo B, especialmente B12, que es clave para la producción de glóbulos rojos y el sistema inmune. También son fuente de colágeno, esencial para la salud de articulaciones, piel y tejidos conectivos.
Sin embargo, no todo es buena noticia. Su preparación es determinante para saber si un taco de tripa es saludable o no. Cuando se fríen en abundante aceite, como es común en muchos puestos de la calle, su contenido en grasas saturadas y colesterol se eleva significativamente. De hecho, 114 gramos de tripa de res pueden aportar hasta 138 miligramos de colesterol, lo que representa entre el 46% y el 69% del consumo diario máximo recomendado por la American Heart Association.
En cuanto a calorías, un solo taco de tripa aporta en promedio 124 calorías (42% grasa, 32% carbohidratos y 26% proteína), según datos de MyFitnessPal. Una orden de cinco tacos podría superar fácilmente las 600 calorías, lo que lo coloca en una categoría calórica similar a una hamburguesa sencilla de cadena o una orden de tacos al pastor.
Entonces, ¿pueden formar parte de una dieta equilibrada? La respuesta es sí, pero considera lo siguiente: Si se consumen ocasionalmente, asados en lugar de fritos, y acompañados con tortillas de maíz, vegetales frescos, salsas naturales y sin aderezos cremosos, los tacos de tripa pueden disfrutarse sin demasiada culpa.
Sin embargo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda optar por tacos con menor contenido graso, por ejemplo, los de bistec, lengua o pollo, para consumo frecuente. Sin embargo, si la tripa es uno de tus antojos favoritos, lo ideal es prepararla en casa con técnicas más saludables y moderar la cantidad.
En resumen, los tacos de tripa sí pueden ser una fuente valiosa de nutrientes si se preparan adecuadamente y se consumen con moderación. Es decir, el equilibrio está en el cómo y el cuánto. ¿Tú cuántos tacos de tripa te comes?