HÍGADO GRASO

Eida Cerda, hepatóloga: ‘El hígado graso ya es una pandemia pero se puede prevenir'

En entrevista con SuMédico, la Dra. Eida Cerda, hepatóloga, advierte sobre el incremento de casos de hígado graso en México y lo que puede ayudar a prevenirlo

En México más del 50% de la población podría tener hígado graso.
En México más del 50% de la población podría tener hígado graso. Créditos: Canva/ Cortesía
Escrito en LÍDERES DE LA SALUD el

La esteatosis hepática, mejor conocida como hígado graso, es ya una pandemia ya que se estima que a nivel mundial afecta a entre un 25 y 30% de la población. En México algunas estadísticas apuntan a que más del 50% de la población lo puede tener, muchos sin saberlo. 

El hígado graso no da síntomas en etapas tempranas.

Así lo advierte en entrevista con SuMédico la doctora Eida Cerda Reyes, gastroenteróloga y hepatóloga que actualmente es vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Hepatología.

La especialista destaca que las cifras tan elevadas de hígado graso se asocian directamente a enfermedades metabólicas que a nivel nacional son muy frecuentes, como diabetes, sobrepeso y obesidad.   

“Hasta un 70% de personas con diabetes tipo 2 podrían tener hígado graso”, advierte la especialista. 

Además, México ocupa el primer lugar en obesidad infantil y hay una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en los adultos, factores que están directamente asociados con el hígado graso.  

Hígado graso, una pandemia silenciosa

La hepatóloga recordó que las enfermedades hepáticas en general son silenciosas y el hígado graso no es la excepción, ya que no da síntomas, solo se puede sospechar mediante la presencia de uno o más factores de riesgo cardiometabólicos como:

  • Presión alta (hipertensión)
  • Colesterol alto (dislipidemia)
  • Triglicéridos altos
  • Sobrepeso y obesidad 
  • Diabetes tipo 2
  • Prediabetes  
  • Resistencia a la insulina 

“Influyen mucho las alteraciones en la glucosa, como la resistencia a la insulina y la diabetes, que favorecen un aumento en la glucosa, hacen que se acumule y se deposite en forma de grasa en el hígado”, alerta la especialista. 

No es raro que el hígado tenga un poco de grasa, pero cuando se acumula un exceso causa inflamación y el efecto persiste por unos 5 o 10 años, hasta que causa una enfermedad hepática crónica, como cirrosis. “Por eso es importante detectarlo y diagnosticarlo de manera oportuna”, añade Cerda. 

¿Cómo detectar a tiempo el hígado graso?

De acuerdo con la especialista en hepatología, incluso una prueba de sangre anual de rutina podría hacernos sospechar de una alteración en el funcionamiento o la bioquímica del hígado.

Cuando se detecta algo raro se deben buscan las causas porque no solo el alcohol inflama el hígado, hay otros factores graves como infecciones virales, problemas autoinmunes y por supuesto, hígado graso. 

Además se debe acudir con un gastroenterólogo o hepatólogo para que haga otras pruebas que confirmen el diagnostico, como un ultrasonido o hasta una biopsia, especialmente si tenemos alguno de los factores cardiometabolicos.

“Se cree que el hígado graso no es algo grave, que solo es grasita que se puede quitar y ya, pero hay que darle la importancia suficiente porque puede causar complicaciones mortales, como várices esofágicas reventadas, cirrosis y cáncer”, advierte la doctora.

Una enfermedad que se puede prevenir y revertir 

Aunque puede ser muy grave tener un diagnóstico de hígado graso, lo más importante es tener presente que en una etapa temprana puede curarse sin causar secuelas.

“La gente tiene que saber que es algo que se puede prevenir y revertir, basta con un cambio en el estilo de vida, donde procuremos comer de manera balanceada, sin tantos carbohidratos y más apegados al plato del buen comer”, detalla la hepatóloga.  

Esto significa que se deben comer mayores porciones de verduras, frutas, fibra y proteínas magras como pollo, pavo y pescado. 

Además, es indispensable hacer ejercicio durante 30 minutos al día, de manera que podamos completar 150 minutos a la semana. “Incluso caminar más puede hacer una gran diferencia, lo importante es hacer el ejercicio aeróbico que nos permitan nuestras posibilidades”, añade. 

El ejercicio es clave para controlar la grasa hepática. 

Después de un diagnóstico de hígado graso se debe establecer cuál es el grado de la enfermedad, si apenas empieza o si la inflamación ya lleva mucho tiempo y causó fibrosis y qué tan avanzado está. 

“En un paciente solo con hígado graso, los cambios saludables pueden revertir la enfermedad en 6 meses aproximadamente”, menciona la especialista.

La fibrosis como tal no se puede revertir, pero si se detecta en una etapa de leve a moderada sí se puede frenar su progresión y reducirla siempre y cuando el paciente baje al menos un 10% de su peso corporal con apoyo de un nutriólogo y ejercicio diario. 

Ciertas vitaminas pueden ayudar, pero solo como complemento

Como parte del tratamiento de hígado graso, el paciente puede apoyarse en antioxidantes como la vitamina E, que se ha demostrado en algunos estudios puede contribuir a disminuir la inflamación hepática y la acumulación de grasa. 

“Actualmente también se están valorando algunos medicamentos para bajar de peso que podrían servir como tratamiento para el hígado graso, pero faltan más estudios”, señala Cerda. 

Es importante destacar que la mayoría de los pacientes con hígado graso no fallecen por la enfermedad hepática, sino por problemas cardiovasculares, ya que la mayoría tienen colesterol y triglicéridos altos, que conllevan un alto riesgo de complicaciones cardiovasculares.

“Por eso la importancia de que el tratamiento sea multidisciplinario con apoyo de un nutriólogo, endocrinólogo, cardiólogo y hasta psicológico, entre otros”, añade la también gastroenteróloga.

Cirrosis es mayormente causada por hígado graso que por alcohol 

“Es común ver a pacientes diabéticos que ya llegan a consulta hasta que tienen una cirrosis hepática, por eso es tan importante detectar, tratar y revertir el hígado graso, incluso desde la infancia si hay obesidad o sobrepeso, porque desafortunadamente también vemos niños con fibrosis o hasta un grado de cirrosis”, alerta la especialista. 

Esto no solo pasa en México, a nivel mundial la cirrosis por hígado graso relacionada a disfunción metabólica es el primer motivo por el que se requiere un trasplante hepático, otra complicación si tomamos en cuenta que no es tan fácil conseguir este tipo de tratamientos.

La cirrosis por hígado graso puede requerir un trasplante.

Cuidado con los tratamientos naturistas

La hepatóloga puntualiza que se debe ser muy precavido con los detox o jugos para limpiar el hígado porque “lo natural puede ser bueno, pero en exceso y sin la supervisión de un especialista puede hacernos daño”.

En el mercado hay muchos productos herbales o naturistas que prometen limpiar el hígado, pero Cerda recuerda una vez más que lo único que se necesita para mantener este órgano saludable es llevar una dieta balanceada, hacer ejercicio y bajar de peso. 

“Recordemos que el hígado es un órgano maravilloso que hace más de 500 funciones en nuestro cuerpo y para que se cumplan correctamente tenemos que darle el cuidado adecuado”, concluye. 

Si quieres más información, la Asociación Mexicana de Hepatología cuenta con cursos para médicos de primer contacto y hepatólogos, así como cursos especiales para pacientes con información actualizada sobre las enfermedades hepáticas más frecuentes.  

Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok