El hígado graso es una enfermedad silenciosa que afecta con frecuencia a personas con obesidad y diabetes y que está comprobado, también aumenta el riesgo de demencia ¿A qué se debe? Esto es lo que debes saber.
Se le llama hígado graso a la enfermedad que surge cuando se acumula mucha grasa en el hígado, un órgano que ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas.
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Se clasifica en dos tipos: alcohólico (causado por beber en exceso y no alcohólico (causado por factores como obesidad, diabetes, colesterol y triglicéridos altos).
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos puntualiza que no hay una sola causa relacionada con el hígado graso, generalmente influyen más de uno, incluyendo exceso de peso, diabetes tipo 2, presión arterial alta, síndrome metabólico, infecciones como hepatitis C y dislipidemias.
Hígado graso podría aumentar el riesgo de demencia
Un estudio publicado en la revista Neurology mostró que las personas con hígado graso no alcohólico presentan un riesgo significativamente más alto de desarrollar demencia en comparación con quienes viven sin esta enfermedad hepática.
Para comprobarlo, investigadores analizaron datos de 2,898 adultos mayores de 65 años diagnosticados con hígado graso y luego los compararon con los de personas sin la enfermedad, pero con características similares.
Tras cinco años de seguimiento, se encontraron 3 resultados clave:
- Hay un mayor riesgo general de demencia: El 5% de los pacientes con hígado graso desarrollaron demencia, frente al 4.6% del grupo sin la enfermedad. Tras ajustar los datos, se observó un riesgo 38% mayor de desarrollar demencia en el grupo con hígado graso.
- También hay riesgo de demencia vascular: Aunque no alcanzó significación estadística, se encontró una tendencia hacia mayor riesgo de demencia vascular en personas con hígado graso no alcohólico.
- Influyen las comorbilidades cardiovasculares: El riesgo de demencia aumentó significativamente cuando la persona tenía hígado graso y enfermedades del corazón.
Hígado graso también afecta al cerebro
El estudio sugiere que la relación entre el hígado graso y la demencia podría estar mediada por el daño vascular.
La acumulación de grasa en el hígado está relacionada con inflamación crónica y resistencia a la insulina, lo cual puede afectar negativamente la salud de los vasos sanguíneos y el cerebro, aumentando el riesgo de demencia.
Según la Organización Mundial de la Slaud (OMS), la demencia es el resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común y puede representar entre un 60% y un 70% de los casos. También es una de las causas principales de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero.
De acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos (NIA), “los factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, diabetes y colesterol alto también están ligados a un mayor riesgo de demencia”. Dichos factores suelen estar presentes en las personas con hígado graso.
En México, la prevalencia del hígado graso es alta debido a los índices de obesidad y síndrome metabólico. Lo más grave es que muchos casos no se diagnostican, ya que puede no presentar síntomas en etapas tempranas, por lo que un gran número de personas estaría en riesgo de demencia sin saberlo.
Los autores del estudio concluyen que “los pacientes con hígado graso deben ser monitoreados no solo por complicaciones hepáticas, sino también por su salud neurológica y cardiovascular”.
¿Cómo prevenir el hígado graso y sus complicaciones?
Las principales recomendaciones de los expertos incluyen cambios en el estilo de vida, como:
- Mantener un peso saludable y una dieta balanceada, rica en frutas, verduras y granos integrales.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Controlar los niveles de glucosa, colesterol y presión arterial.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol.
- Realizar chequeos médicos regulares, especialmente en adultos mayores.
Actualmente no hay un medicamento que pueda curar el hígado graso, la medida más importante es bajar de peso de forma saludable y con la guía de un especialista.
Recuerda que, si no se atiende el hígado graso, aumenta el riesgo de complicaciones como várices esofágicas, cirrosis y hasta cáncer de hígado, estas dos últimas enfermedades irreversibles y con alto riesgo de muerte.
No hay señales que alerten del hígado graso, en algunos casos puede causar cansancio y una molestia en el lado superior derecho del abdomen, pero suelen confundirse con otras causas.
Lo mejor es que si tienes factores de riesgo acudas al médico para que te realice un examen físico, de sangre y de imágenes para descartar que tengas exceso de grasa en el hígado.
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