HÍGADO GRASO

¿El hígado graso puede ser hereditario? Esto encontró un estudio

Un estudio demostró por primera vez que una alteración genética podría afectar el procesamiento de grasa en el hígado

La genética podría ser un único factor para desarrollar hígado graso.
La genética podría ser un único factor para desarrollar hígado graso. Créditos: Canva
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Las personas con obesidad y diabetes tipo 2 tienen un alto riesgo de desarrollar hígado graso, una enfermedad en la que se acumula un exceso de grasa y que puede derivar en cirrosis. Ahora, estudios revelan que también podría influir la genética como causa directa de este padecimiento. 

El hígado graso puede ser silencioso por años. 

Investigadores del Centro para Medicina Personalizada en la Clínica Mayo descubrieron una variante genética rara que puede causar hígado graso, médicamente conocido como enfermedad hepática esteatóstica asociada a disfunción metabólica.  

Los científicos creían hasta ahora que el hígado graso es una enfermedad que surge por la combinación de factores de riesgo y ambientales, pero con este nuevo estudio publicado en Hepatology, se demostró que, en algunos casos, la herencia genética puede ser el factor principal.  

Se analizó a una mujer y su padre, ambos con hígado graso asociado a disfunción metabólica, pero sin historial de diabetes ni colesterol alto. Detectaron que había un error potencialmente significativo en un gen.

La alteración genética que puede causar hígado graso

La investigación menciona que la variante en el gen MET puede ser una causa importante de hígado graso. Este gen regula la reparación del hígado y el metabolismo de las grasas, por lo que cuando no funciona correctamente, la grasa se acumula con facilidad en las células hepáticas, desencadenando inflamación.

Según los científicos, la mutación del gen interrumpía un proceso biológico esencial, impidiendo que el hígado procesara la grasa de forma adecuada.

No había sido reportada antes en la literatura científica el efecto de la variante en el gen MET.

“Esto ofrece una nueva perspectiva para comprender cómo las variantes genéticas heredadas pueden ocasionar enfermedades comunes y posibles dianas terapéuticas para investigaciones futuras”, explica el Dr. Filippo Pinto, autor principal del estudio. 

La grasa excesiva en el hígado y la inflamación conducen a fibrosis o la formación de cicatrices que endurecen el hígado. 

Si no se hacen cambios en el estilo de vida para revertir el hígado graso, la enfermedad evoluciona a cirrosis y un daño hepático para el que no hay cura. En casos más graves puede llegar a desarrollarse cáncer de hígado.  

La prevalencia de hígado graso en todo el mundo es elevada, se estima que afecta a aproximadamente un tercio de los adultos. De no cambiar la tendencia, será la principal causa de cirrosis y el motivo más frecuente de trasplante de hígado, alerta la Clínica Mayo.

“Este descubrimiento puede afectar a millones de personas en todo el mundo que están en riesgo de desarrollar la enfermedad hepática esteatótica asociada a la disfunción metabólica”, concluyó el doctor Konstantinos Lazaridis, otro de los autores del estudio. 

Medidas para prevenir el hígado graso

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos menciona que muchos factores pueden influir en el hígado graso, entre los que destacan:

  • Diabetes tipo 2 y prediabetes 
  • Obesidad
  • Altos niveles de lípidos en sangre, como colesterol y triglicéridos 
  • Presión arterial alta (hipertensión)
  • Síndrome metabólico 
  • Infección de hepatitis C 
  • Genética 

En general, el hígado graso no manifiesta síntomas, de hecho, se le conoce como el asesino silencioso pues por años va desarrollándose sin dar señales. Cuando llegan a presentarse molestias, no son específicas, como:

Tener obesidad aumenta el riesgo de hígado graso. 
  • Cansancio
  • Molestias en el lado superior derecho del abdomen 

Debido a que no da síntomas, diagnosticar el hígado graso no es sencillo, el médico puede sospechar si se tienen los factores de riesgo mencionados o si se hacen estudios de sangre e imágenes.

Bajar de peso es la mejor forma de prevenir y revertir el hígado graso, ya que así se reduce la grasa, la inflamación y la fibrosis del hígado. No existe un medicamento para tratarlo, aunque algunos estudios demuestran que la vitamina E podría ayudar, sin embargo, solo un especialista debe recomendar la dosis adecuada. 

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