GLUCOSA

¿Por qué los adultos mayores no necesitan un control tan estricto de la glucosa?

Controlar la diabetes tipo 2 después de los 60 años implica nuevos desafíos. Te contamos por qué cambia su manejo con la edad y qué hacer para mantener la salud bajo control, según expertos

Se ha visto que con la edad, los episodios de glucosa baja en mayores son más frecuentes.
Se ha visto que con la edad, los episodios de glucosa baja en mayores son más frecuentes. Créditos: Canva
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Los adultos mayores que viven con diabetes muchas veces siguen un control muy estricto de su glucosa para evitar complicaciones, pero ¿es lo mejor? De acuerdo con expertos, esto más que ser algo bueno, podría tener algunas consecuencias negativas. Te decimos de qué se trata.

El control de la diabetes va cambiando con la edad. 

La diabetes es una de las enfermedades más comunes en México, con una prevalencia de 18.3% o aproximadamente 14.6 millones de personas según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 (Ensanut)

A medida que envejecemos, el manejo de la diabetes tipo 2 se vuelve más complejo y por ello, es fundamental estar al pendiente de los niveles de glucosa, seguir una alimentación adecuada y procurar hacer ejercicio a diario.

Sin embargo, llevar un control demasiado estricto podría ser contraproducente y es que un artículo de The New York Times advierte que las personas mayores con diabetes tienen mayor riesgo de sufrir hipoglucemia. 

¿Por qué las personas mayores no deben ser tan estrictas con su glucosa?

La hipoglucemia es el término que se usa para tratar la glucosa demasiado baja y con los años, la probabilidad de sufrirlo es más alta. Algunos de los síntomas que provoca incluyen: 

  • Sudoración excesiva
  • Pánico
  • Fatiga
  • Pérdida del conocimiento

Al respecto, la geriatra Sei Lee, de la Universidad de California en San Francisco menciona que es probable que las personas que llevan viviendo con diabetes muchos años hayan sufrido alguno episodio de hipoglucemia.

Se ha visto que la glucosa muy baja podría causar caídas y fracturas en los adultos mayores, arritmias o alteración del ritmo cardiaco y daños cognitivos. Si la persona pierde el conocimiento, puede tener un accidente grave.

Muchos de los adultos mayores que llevan años con diabetes están acostumbrados a tener cuidados muy estrictos con su glucosa, para que esta se mantenga lo más estable posible, sin embargo, expertos señalan que en esta etapa hay que preocuparse tanto por los picos como por las bajadas. 

Los episodios de glucosa baja pueden aumentar con la edad. 

Sociedades Médicas como la Asociación Estadounidense de Diabetes y la Sociedad Endocrina, mencionan que es necesario modificar las medidas ideales de glucosa en sangre en pruebas como la de hemoglobina A1c, que mide el azúcar de los últimos 2 a 3 meses.

De manera que, de 7,5 a 8 que se estimaba era lo ideal en las personas mayores, ahora se busque un 8 a 9 por ciento, especialmente cuando se tienen comorbilidades como hipertensión.

Un tratamiento excesivo de la diabetes pueden ser contraproducente

Un estudio de 2021 publicado en JAMA Internal Medicine y realizado en residencias de ancianos en Ontario, Canadá, encontró que más de la mitad de las personas mayores que tenían diabetes y tomaban fármacos mostraban niveles de A1c inferiores al 1% que se estimaba era lo ideal. Como consecuencia, tenían un mayor riesgo de deterioro cognitivo.

También se detectó que los ancianos con estos niveles de A1c llevaban un control mucho más estricto con un tratamiento de diabetes “agresivo”.

Otro punto que vieron en común es que muchas de las visitas anuales a urgencias de personas mayores con diabetes (unas 40 mil) se debieron a un tratamiento excesivo para la enfermedad.

Los episodios de hipoglucemia pueden afectar seriamente la calidad de vida de las personas mayores y debido a que son frecuentes, pueden detonar trastornos mentales, como la ansiedad ya que no pueden realizar sus actividades de forma normal por el miedo a una baja de glucosa repentina.

¿Qué hacer para evitar los episodios de hipoglucemia en los mayores?

El médico debe hacer la modificación en la dosis del medicamento, especialmente en la diabetes tipo 1, ya que las inyecciones de insulina pueden hacer que la baja de glucosa sea aún más frecuente. 

Acude con el experto para modificar tus dosis. 

En el caso de la diabetes tipo 2 es importante complementar el medicamento que ya se toma con algún otro que proteja del daño renal y cardiaco y que no cause una pérdida de peso, pues las personas mayores que son frágiles podrían estar en más riesgo de caídas y fracturas si pierden mucho peso.

El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos confirma que “el envejecimiento cambia la forma en que el cuerpo responde a la insulina, lo cual puede requerir ajustes en medicamentos o dieta”.

Otras recomendaciones clave que se deben tener en cuenta son: 

  • 1. Revisión médica constante

Los especialistas recomiendan exámenes regulares para monitorear la hemoglobina A1c, la función renal, presión arterial y colesterol. Estos valores son claves para evitar complicaciones a largo plazo.

  • 2. Monitoreo de glucosa adaptado a la edad

El objetivo de mantener una glucosa estable puede variar en adultos mayores. Según la American Diabetes Association, “las metas deben individualizarse considerando el riesgo de hipoglucemia y otras condiciones”.

  • 3. Evita la hipoglucemia y aprende a manejarla

Los episodios de azúcar baja pueden ser más frecuentes y peligrosos en adultos mayores. Es vital reconocer los síntomas (confusión, debilidad, sudoración) y actuar rápido con ayuda de un médico. Es ideal cargar comprimidos masticables de glucosa o alimentos con azúcar como jugos de fruta, caramelos o barritas de cereales, para consumirlos de inmediato en caso de hipoglucemia. 

  • 4. Dieta personalizada

Una dieta baja en carbohidratos refinados, rica en fibra, frutas, vegetales y grasas saludables ayuda a controlar los niveles de glucosa. Es fundamental mantener una alimentación variada, adecuada para otras afecciones comunes como hipertensión o colesterol alto.

La buena alimentación es clave en la diabetes.
  • 5. Actividad física segura

Hacer ejercicio moderado como caminatas, tai chi o natación puede mejorar la sensibilidad a la insulina. La Clínica Mayo sugiere al menos 150 minutos de actividad aeróbica semanal, adaptada a las capacidades individuales.

Recuerda que cada etapa de la vida requiere enfoques distintos. Según el Gobierno de México, es importante reevaluar cada cierto tiempo los medicamentos, la alimentación y el estilo de vida, con ayuda de un médico o nutriólogo especializado.

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