Si vives con diabetes, probablemente sabes que el manejo de esta enfermedad es un proceso de monitoreo constante, además de que implica constantes ajustes en el estilo de vida. Entre los puntos más importantes se encuentra el control de los niveles de glucosa en sangre, una práctica que puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida y evitar complicaciones graves.
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Mantener la glucosa dentro del rango recomendado reduce significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, neuropatías y daño renal. Aunque no existe un solo rango que funcione para todas las personas, existen parámetros que pueden servirte como guía.
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¿Cuáles son los niveles ideales de glucosa?
La glucosa o azúcar en sangre es la principal fuente de energía para el cuerpo. Sin embargo, niveles elevados (hiperglucemia) o bajos (hipoglucemia) pueden ser perjudiciales. El monitoreo regular ayuda a identificar patrones en los niveles de glucosa, lo que ayudar a ajustar la dieta, medicación o actividad física según sea necesario.
De acuerdo con la Federación Mexicana de Diabetes (FMD), estos son los niveles óptimos:
En ayuno:
- Con diabetes: 70-100 mg/DL
- Sin diabetes: 70 - 130 mg/DL
Dos horas después de comer:
- Con diabetes: Menos de 180 mg/DL
- Sin diabetes: 70 - 140 mg/DL
¿Cuáles son los horarios de monitoreo de glucosa recomendados?
La FMD recomienda estos tres horarios para llevar un seguimiento óptimo de los niveles de glucosa:
- Antes de cada comida y/o ayuno de 8 a 12 horas
- 2 horas después de comer, se comienza al contar el primer bocado
- Antes de dormir o en la madrugada
En diabetes tipo 1 se recomienda el monitoreo de cuatro a siete veces al día. En diabetes tipo 2 al menos de una a tres veces al día. En días de enfermedad debes realizar el monitoreo cada tres o cuatro horas para evitar hipoglucemia o hiperglucemia, además de mantener al médico enterado de tus resultados.
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¿Cuáles son los síntomas de alerta de glucosa alta?
Una de las principales razones por las que debes monitorear constantemente tu glucosa es que esto puede ayudarte a evitar síntomas. Al principio pueden parecer leves, pero tienden a evolucionar hacia emergencias médicas. Estos son algunos signos comunes:
- Sed excesiva
- Fatiga persistente
- Orina frecuente
- Vista borrosa
Cuando la glucosa excede los 300 mg/dl, el riesgo de complicaciones graves como la cetoacidosis diabética o el síndrome hiperglucémico hiperosmolar aumenta. Estos cuadros requieren atención médica inmediata y pueden incluir otros síntomas como dificultad para respirar, náuseas y vómitos.
Además de tomar tus medicamentos, es importante llevar una dieta equilibrada, rica en alimentos de bajo índice glucémico. Hacer ejercicio regularmente también ayuda a controlar la diabetes. No es necesario que la actividad física sea intensa, puedes comenzar con caminar a paso ligero para mejorar tu salud cardiovascular.
El control de la glucosa en sangre previene complicaciones y también te ayuda a tomar el control de tu salud. Antes de realizar cualquier ajuste en tu tratamiento o estilo de vida, consulta a tu médico.
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