La industria mexicana de dispositivos médicos podría enfrentar un golpe severo si el gobierno decide aumentar los aranceles a las materias primas y componentes que importa de Estados Unidos y Asia, advirtió Carlos Salazar, presidente de la Asociación Nacional de Proveedores de la Salud (ANAPS).
“Un incremento en los aranceles encarecería los productos terminados y reduciría nuestra competitividad internacional, especialmente frente a China”, señaló en entrevista con Sumédico.
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El sector de dispositivos médicos es una de las industrias más sensibles a los cambios arancelarios, ya que depende altamente de corrientes tecnológicas y de la importación de materiales especializados.
Desde los productos más simples -como mascarillas, catéteres, gasas o textiles médicos- hasta equipos electrónicos de alta complejidad -como tomógrafos, ventiladores o desfibriladores-, gran parte de los componentes proviene del extranjero.
Existen materias primas, plásticos, componentes electrónicos y metalmecánicos que simplemente no se producen en México. En el corto plazo no podemos sustituirlos ni con fabricantes nacionales ni con proveedores alternos”, explicó Salazar.
De acuerdo con una publicación de Reforma que retoma datos del Banco de México, de enero a agosto de 2025, la exportación de bisturíes, aparatos para medir la presión arterial, estetoscopios, entre otros, fue de 4,678 millones de dólares; este valor representó el 1.10% del total de las exportaciones mexicanas realizadas en el periodo.
Impacto regional y pérdida de competitividad
“Si México impone aranceles a Estados Unidos y viceversa, toda la región perdería competitividad internacional frente al mercado asiático, particularmente China”, advirtió Carlos Salazar.
Además, los límites en el acceso a microchips y otros componentes electrónicos podrían frenar la innovación tecnológica de las principales compañías de la región, afectando su capacidad de desarrollo.
Riesgo para exportaciones y validaciones
Salazar recordó que el impacto no se limita al costo; cada cambio en la cadena de suministro implica nuevas validaciones técnicas y pruebas de biocompatibilidad para garantizar la seguridad de los dispositivos médicos, lo cual retrasa la producción y eleva los costos operativos.
La ANAPS ha identificado casos en los que los aranceles aplicados a textiles y telas no tejidas- insumos esenciales en productos médicos- ya están generando complicaciones a las empresas que dependen de proveedores internacionales, al no existir sustitutos nacionales.
“Debemos ser muy cuidadosos con los impuestos arancelarios. Hay materiales que simplemente no se producen en México y su encarecimiento pondría en riesgo la competitividad”, enfatizó Salazar.
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