Hacer de comer se puede convertir en todo un caos si no tienes orden, para prevenir eso hoy te diremos cómo mantener limpia tu cocina mientras cocinas.
Para muchas personas el momento de cocinar se puede convertir en toda una batalla contra los utensilios sucios, las superficies pegajosas y el desorden generalizado.
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Así puedes mantener tu cocina limpia mientras haces de comer
La clave reside en adoptar una mentalidad proactiva, donde la limpieza es parte integral del acto de cocinar y no una consecuencia posterior. Este enfoque no solo optimiza el espacio de trabajo y reduce el estrés, sino que es fundamental para mantener altos estándares de higiene, evitando la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos.
Estos son algunos consejos para mantener tu cocina limpia mientras haces de comer
- Prepara y organiza antes de iniciar
La técnica francesa "poner en su lugar” es la base de una cocina ordenada. Antes de comenzar a cocinar, lava, pica y mide todos tus ingredientes, colocándolos en recipientes pequeños. Esto no solo te hará más eficiente al cocinar, sino que evitará que acumules desechos y empaques durante el proceso activo. Simultáneamente, llena el fregadero con agua jabonosa caliente. Tener esta agua lista te permitirá ir sumergiendo utensilios y tablas de picar tan pronto como dejes de usarlos, evitando que la comida se pegue y facilitando el lavado posterior.
- Gestiona los residuos de forma estratégica
Coloca un recipiente o una bolsa pequeña en tu encimera específicamente para los residuos orgánicos, como cáscaras de vegetales, recortes de carne o empaques. Este simple gesto evita que tengas que caminar constantemente al bote de basura principal, manteniendo los desechos contenidos y fuera de tu área de trabajo principal. Del mismo modo, ten a la mano un trapo húmedo exclusivamente para limpiar derrames inmediatos y un paño de cocina seco para secarte las manos. Esta separación evita la contaminación cruzada y te permite contener cualquier líquido derramado antes de que se extienda.
- Limpia sobre la marcha
El momento en que algo se está friendo, horneando o cocinando a fuego lento es el tiempo perfecto para limpiar. Mientras esperas, puedes lavar los utensilios que ya no uses, como el tazón donde batiste los huevos o la tabla donde picaste las verduras. Enjuágalos y colócalos en un escurridor. También aprovecha para limpiar las superficies que usaste con un trapo y un spray desinfectante. Esta limpieza incremental evita que los residuos se acumulen y que al final de la cocción te enfrentes a un caos monumental de suciedad.
- Trata de usar el menor número de utensilios
Antes de tomar un nuevo tazón o cuchillo, pregúntate si realmente lo necesitas o si puedes reutilizar uno que ya está en uso. Por ejemplo, si vas a sazonar diferentes ingredientes, puedes hacerlo directamente en la tabla de picar o en el plato donde los tienes preparados. Al reducir la cantidad de herramientas que empleas, reduces automáticamente la cantidad de elementos que tendrás que lavar. Esta práctica no solo es más eficiente, sino también más sostenible, ya que disminuye el consumo de agua y detergente.
La limpieza final rápida y eficaz
Una vez que la comida está lista y fuera de la cocina, el grueso del trabajo de limpieza ya debería estar hecho. Tu tarea final se centrará en lavar las ollas y sartenes que estaban en el fuego. Al haber remojado la mayoría durante los tiempos muertos, la grasa y los alimentos carbonizados se habrán ablandado, haciendo su lavado mucho más sencillo. Por último, pasa un trapo húmedo con desinfectante por todas las encimeras, la placa de la estufa y el frente de los gabinetes para eliminar cualquier salpicadura o grasa residual.
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