El verano está a la vuelta de la esquina y esto para muchas personas significa: playa y sol, pero a continuación, te diremos los riesgos de exponerse al sol durante el verano.
El verano es la temporada donde el sol más puede afectar a las personas por lo que es importante no exponerse directamente a la luz solar.
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¿Cuáles son los riesgos de exponerse al sol durante el verano?
Seguramente ya escuchaste hasta el cansancio que hay que ponerse bloqueador solar cuando te expones al sol y esto tiene su fundamento ya que no hacerlo puede causar los siguientes problemas de salud:
- Quemaduras solares graves
La exposición prolongada al sol sin protección puede causar quemaduras dolorosas que enrojecen, inflaman y hasta ampollas la piel. Estas lesiones no solo son molestas, sino que aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel con el tiempo. Las personas de tez clara son más vulnerables, pero cualquier tipo de piel puede sufrir daños si no se protege adecuadamente. Recurrir a bloqueadores solares con FPS 30 o superior y evitar el sol en horas pico (10 a.m. a 4 p.m.) son medidas esenciales para prevenirlas.
- Envejecimiento prematuro de la piel
Los rayos UV aceleran la degradación del colágeno y la elastina, proteínas que mantienen la piel firme y joven. Como consecuencia, aparecen arrugas profundas, manchas oscuras y pérdida de elasticidad mucho antes de lo esperado. Este fotoenvejecimiento es acumulativo: aunque no se note de inmediato, con los años la piel luce áspera y desvitalizada. Usar antioxidantes tópicos (como vitamina C) junto con protector solar ayuda a minimizar este daño silencioso pero irreversible.
- Golpe de calor e insolación
Las altas temperaturas veraniegas, sumadas a la exposición solar directa, pueden provocar un sobrecalentamiento corporal peligroso. Síntomas como mareos, náuseas, confusión y piel caliente sin sudor indican insolación, una emergencia médica que requiere atención inmediata. Niños y adultos mayores son especialmente vulnerables, pero cualquier persona que realice actividades intensas al sol sin hidratarse está en riesgo. Usar ropa ligera, tomar agua constantemente y buscar sombra son claves para evitarlo.
- Daño ocular por radiación UV
Los ojos también sufren las consecuencias del sol: los rayos UV aumentan la probabilidad de desarrollar cataratas, degeneración macular y hasta cáncer en los párpados. La reflección de la luz en superficies como agua, arena o nieve intensifica este peligro, causando queratitis (quemadura corneal) que provoca dolor y visión borrosa. Los lentes de sol con filtro UV 400 son indispensables, incluso en días nublados, ya que las nubes no detienen la radiación dañina.
- Debilitamiento del sistema inmunológico
La radiación ultravioleta suprime temporalmente las defensas de la piel, haciéndola más susceptible a infecciones y reactivando virus como el herpes labial. Este efecto inmunodepresor también reduce la eficacia de las vacunas y puede empeorar condiciones autoinmunes como el lupus. Personas con antecedentes de cáncer o que toman medicamentos fotosensibilizantes (como algunos antibióticos) deben extremar precauciones, ya que su riesgo es significativamente mayor.
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