El microondas es uno de los electrodomésticos más utilizados en la cocina lo que hace que se ensucie con facilidad, por lo que a continuación, te diremos cómo limpiarlo de manera eficiente.
El microondas es un aliado indispensable en la cocina moderna, pero también se convierte con facilidad en un foco de salpicaduras de salsa, grasa pegada y restos de comida que, con el tiempo, se hornean en sus paredes. Esta suciedad no solo es antiestética y genera malos olores, sino que puede afectar el rendimiento del electrodoméstico e incluso la higiene de los alimentos que calentamos.
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Las maneras más eficientes de limpiar el microondas
La idea de rascar incansablemente esas manchas resistentes desanima a cualquiera. Sin embargo, existe un método tremendamente eficaz que aprovecha el mismo principio que usa el aparato para calentar: el vapor.
Este sistema no requiere esfuerzo físico, ni productos químicos abrasivos, y devuelve el brillo al microondas en un simple paso:
- El poder del vapor con limón o vinagre
La técnica más eficiente y popular consiste en utilizar el vapor para ablandar toda la grasa y las partículas de comida adheridas. Para ello, vierte entre una taza y media y dos tazas de agua en un recipiente apto para microondas (preferiblemente de vidrio o cerámica). Añade el jugo de un limón completo o, en su defecto, media taza de vinagre blanco. El ácido cítrico o acético de estos ingredientes actúa como un desengrasante natural y ayuda a eliminar los malos olores. Introduce el bowl en el centro del microondas y enciende el aparato a máxima potencia durante 5 a 8 minutos, hasta que el líquido hierva y el interior se llene de vapor condensado.
- Deja reposar y retirar sin esfuerzo
Una vez que el ciclo de calentamiento ha terminado, no abras la puerta inmediatamente. Deja reposar el bowl dentro durante otros 5 a 10 minutos. Este tiempo de espera es crucial, ya que permite que el vapor caliente y húmedo realice su trabajo: ablandar y soltar toda la suciedad incrustada en las paredes, el techo y el piso del electrodoméstico. Transcurrido ese tiempo, abre la puerta con cuidado, retira el bowl (que estará muy caliente) y observa cómo las manchas que antes parecían permanentes ahora están brillantes y reblandecidas.
- Limpieza final y secado para un resultado impecable
Con la ayuda de una esponja suave o un trapo de microfibra, simplemente pasa por todas las superficies interiores del microondas. Verás cómo la grasa y los restos de comida se desprenden casi por completo sin necesidad de rascar. Para los rincones más profundo, puedes usar un cepillo de dientes viejo. Finalmente, pasa un trapo húmedo con un poco de jabón suave para retirar cualquier residuo restante y luego otro paño seco para dejar el interior perfectamente limpio y sin humedad. No olvides limpiar también el plato giratorio, que puedes sacar y lavar directamente con agua y jabón en el fregadero.
Consejos de mantenimiento para evitar la acumulación de suciedad
Para que las limpiezas profundas sean menos frecuentes, adopta hábitos simples pero efectivos. Tapa siempre los alimentos líquidos o con salsa cuando los calientes utilizando una tapa específica para microondas o simplemente un plato. Esto previene en un 90% las salpicaduras. Después de cada uso, da un paso rápido con un paño húmedo si notas alguna salpicadura reciente, ya que en ese momento es mucho más fácil de remover. Realizar el método de vapor con limón una vez cada dos o tres semanas evitará que la grasa se acumule y se endurezca, manteniendo tu microondas siempre impecable con un mínimo esfuerzo.
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