¿Cuidas los intestinos de tu pequeño? Hacerlo es clave para asegurar un buen desarrollo y es que se trata de uno de los órganos más grandes del cuerpo, solo después de la piel. Además, alberga un conjunto de bacterias denominado microbiota intestinal que influyen en el estado general de nuestro organismo.
En entrevista con SuMédico, la nutrióloga María Angélica Díaz Aranda nos explica cómo identificar un desequilibrio intestinal en las infancias y comparte las claves para revertirlo.
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“El sistema gastrointestinal, que incluye el estómago y los intestinos, encargados de recibir y digerir el alimento, necesita una buena salud desde edades muy tempranas, porque empieza a madurar desde el nacimiento y hasta el primer año”, señala.
Después del primer año ya se constituye bien el sistema gastrointestinal, pero se debe seguir reforzando durante la infancia para tener una correcta absorción de nutrientes y prevenir enfermedades a lo largo de la vida.
¿Por qué un desequilibrio intestinal en niños es un riesgo?
Según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el 70% de los mexicanos presenta algún grado de desequilibrio intestinal, lo que tiene consecuencias importantes, como defensas bajas, mayor riesgo de enfermedades gastrointestinales, cansancio constante e incluso alteraciones en el estado de ánimo.
Cuidar los hábitos alimenticios desde los primeros años de vida ayuda a reforzar la salud de los pequeños, aunque desafortunadamente en México vamos en retroceso. La ENSANUT reporta que el consumo de frutas y verduras en la infancia es 50% menor a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esto condiciona tener menos bacterias buenas en el intestino, lo que a su vez favorece enfermedades digestivas desde edades tempranas, obesidad infantil y un sistema inmune debilitado que afecta su crecimiento, concentración y estado emocional.
¿Cómo saber que un niño tiene desequilibrio intestinal?
De acuerdo con la nutrióloga Díaz, el sistema digestivo puede llegar a medir hasta 7 metros, desde la boca y hasta el conducto anal y toda esta extensión se cubre de microorganismos diversos, aunque se ha visto que hay una mayor diversidad de bacterias “buenas” en los intestinos, lo que se denomina como microbiota intestinal.
“Especialmente en el intestino grueso tenemos a estos pequeños inquilinos que pueden ser nuestros amigos, pero también nuestros enemigos porque definen nuestra salud gastrointestinal”
El efecto de estas bacterias va más allá, ya que, según la experta, a nivel intestinal también se encuentra más de la mitad de nuestro sistema inmunológico. “Por eso es muy importante que desde edad temprana empecemos con buenos hábitos para mejorar la salud gastrointestinal”.
Cuando un niño tiene un desequilibrio intestinal puede haber síntomas como:
- Enfermedades gastrointestinales frecuentes
- Diarreas constantes por alimentos contaminados
“En México es muy común comer en la calle y eso puede exponer a los pequeños a alimentos contaminados con bacterias o virus que causan infecciones importantes, especialmente cuando hace mucho calor, porque los alimentos se descomponen fácilmente”, alerta la experta.
¿Cómo cuidar la microbiota intestinal de los niños?
La también maestra en Comunicación Científica detalla que los probióticos pueden ser un excelente aliado para mejorar la salud gastrointestinal de los pequeños.
“Tenemos probióticos como los Lactobacillus casei Shirota y también tenemos prebióticos que son como una fibra y en conjunto pueden favorecer mucho la microbiota en niños”, señala.
Los probióticos y prebióticos se pueden conseguir en algunos casos mediante suplementos y otros mediante una correcta alimentación, pero uno no es mejor que otro, son dos categorías diferentes.
“Normalmente los suplementos que contienen prebióticos se consumen durante las enfermedades gastrointestinales que requieren tomar antibiótico y se necesita repoblar la microbiota intestinal. Se toman durante uno o dos meses y se dejan”
Los probióticos se encuentran más en los alimentos, principalmente en yogurt y lácteos fermentados, los cuales se pueden consumir de forma permanente en la alimentación diaria sin ninguna contraindicación.
“Podemos consumir todos los probióticos y prebióticos pero si no tenemos las medidas de cuidado básicas, no va a ser suficiente porque no son medicamentos, son bacterias buenas que nos dan una mejor colonización de la microbiota intestinal”
Lavado de manos, otra clave para la buena microbiota
Parece muy básico, pero uno de los hábitos fundamentales para cuidar la salud gastrointestinal que destaca la nutrióloga es el lavado de manos el cual consiste en:
- Tallar enérgicamente las palmas de las manos, el dorso y entre los dedos usando jabón y agua
- Lavarse por lo menos durante 40 a 60 segundos sin olvidar las muñecas
- Enjuagar muy bien con agua limpia
- Secar las manos con papel desechable
Se cree que solo es importante lavarse las manos después de ir al baño, pero es importante hacerlo antes también, alerta la experta.
Vigilar la higiene de los alimentos es otra clave para la salud gastrointestinal, lo que incluye un buen lavado y desinfección de los alimentos que lo requieran, conservarlos de manera correcta en el refrigerador y evitar comer en la calle.
“Algunos alimentos como la lechuga o el cilantro debemos evitarlos en la calle porque pocas veces se hace una adecuada desinfección”.
Finalmente, la experta señala que mantener la microbiota intestinal sana también requiere de dormir bien y hacer ejercicio todos los días. “Es un conjunto de hábitos buenos y si no se aprenden desde la infancia difícilmente se van a aplicar en la edad adulta”, concluye.
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