Lograr superar una ruptura amorosa puede representar todo un reto, y la psicología señala diferentes razones por las que simplemente por más que lo intentas no logras olvidar a tu ex, a continuación, te las contamos.
El final de una relación significativa suele desencadenar una de las experiencias emocionales más intensas y paralizantes para el ser humano. Lejos de ser una simple tristeza pasajera, el proceso de duelo por una pareja puede compararse, a nivel cerebral, con el dolor físico, activando las mismas regiones neurales. Muchas personas se preguntan por qué, a pesar del tiempo y su mejor esfuerzo, la sombra de su expareja sigue presente en sus pensamientos y rutinas diarias.
Te podría interesar
Las razones por las qué no puedes superar a tu ex, según la psicología
La dificultad para pasar la página rara vez se debe a una sola razón. Por el contrario, es el resultado de diferentes mecanismos psicológicos que se refuerzan entre sí. Desde la idealización del pasado hasta el miedo a un futuro incierto, la mente crea poderosos lazos que mantienen el vínculo emocional activo, incluso cuando la relación ha terminado hace meses o años.
Estas son las razones por las que no puedes superar a tu ex, según la psicología:
La codependencia
La base de la dificultad para superar a una expareja a menudo se remonta a la teoría del apego. Las relaciones románticas crean fuertes lazos emocionales que, al romperse, generan una profunda sensación de ansiedad por separación y abandono.
Si existía una dinámica de codependencia, donde la identidad y la autoestima estaban estrechamente ligadas a la pareja, la pérdida se siente como si se hubiera arrancado una parte de uno mismo. La persona deja de extrañar solo a su ex, y extraña la versión de sí misma que era cuando estaba en esa relación, luchando por reconstruir su sentido de identidad desde cero.
- La idealización a tu pareja
La memoria es selectiva y, con el tiempo, tiende a borrar los momentos negativos para exacerbar los recuerdos positivos, un fenómeno conocido como "sesgo de la nostalgia".
Se idealiza la relación, recordando solo las risas, la pasión y la conexión, mientras se minimizan u olvidan por completo las discusiones, las decepciones y las razones reales de la ruptura. Esta visión distorsionada crea la ilusión de que se ha perdido algo perfecto e irreemplazable, alimentando la falsa esperanza de una reconciliación y dificultando la aceptación de la realidad.
El cerebro influye de manera importante
Desde una perspectiva biológica, estar enamorado activa el sistema de recompensa del cerebro, liberando poderosos neurotransmisores como la dopamina (asociada al placer y la anticipación) y la oxitocina (vinculada al apego y la vinculación). Una ruptura corta bruscamente este suministro químico, provocando un síndrome de abstinencia similar al que experimenta un adicto. Revisar fotos, contactar o "stalkear" en redes sociales actúa como una "dosis" que alivia momentáneamente el malestar, pero que perpetúa el ciclo de la adicción emocional, impidiendo que el cerebro se deshabitúe a esa persona.
La evitación del duelo
Muchas veces, la obsesión por un ex es una estrategia de evasión para no enfrentar el dolor propio del duelo: la rabia, la tristeza, la soledad y el miedo. Concentrarse en la otra persona es una forma de evitar concentrarse en uno mismo y en el vacío que ha dejado la relación. Además, el miedo a la incertidumbre sobre el futuro o a no encontrar a alguien más puede hacer que aferrarse a un pasado conocido, aunque sea doloroso, parezca más seguro que aventurarse hacia lo desconocido. Este mecanismo de evitación pospone la sanación necesaria.
La falta de cierre
Una ruptura ambigua, sin una explicación clara o finalizada de manera abrupta, deja una herida abierta conocida como "falta de cierre". Esto genera un estado de constante incertidumbre que alimenta la rumiación mental: el acto de dar vueltas una y otra vez a las mismas preguntas ("¿qué pasó?", "¿qué hice mal?", "¿y si...?"). Este ciclo de pensamientos obsesivos no busca una solución, sino que mantiene a la persona atrapada en un bucle que consume su energía mental y emocional, impidiéndole aceptar la realidad y seguir adelante.
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok.