DÍA MUNDIAL DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA

Cáncer de mama en México: Evolución de la compra pública de medicamentos, retos y oportunidades

Enrique Martínez: La compra pública de medicamentos para cáncer de mama en México ha experimentado avances y retrocesos en los últimos ocho años, el reto es enorme, pero existen oportunidades claras para mejorar

Créditos: Canva
Escrito en OPINIÓN el

Introducción

El cáncer de mama es la principal causa de muerte, por este padecimiento, entre las mujeres mexicanas y representa uno de los mayores retos para el sistema de salud pública. El acceso oportuno y suficiente a medicamentos oncológicos es fundamental para mejorar la sobrevida y calidad de vida de las pacientes. Sin embargo, la compra pública de medicamentos para cáncer de mama ha enfrentado importantes desafíos en la última década, marcados por cambios en la política de adquisiciones, recortes presupuestales, desabasto y reformas estructurales en el sistema de salud. Este artículo analiza la evolución de la compra pública de medicamentos para este tipo de cáncer, identifica hallazgos clave, retos persistentes y oportunidades para mejorar el acceso y eficiencia en el uso de recursos públicos.

1. Panorama del cáncer de mama en México

El cáncer de mama ha mostrado una tendencia creciente en incidencia y mortalidad en México. En 2022, se registraron más de 31 mil nuevos casos y alrededor de ocho mil muertes, cifras que han crecido desde 2015 (INEGI, GLOBOCAN). El tratamiento integral de esta enfermedad depende en gran medida del acceso a medicamentos como quimioterapias, terapias hormonales, anticuerpos monoclonales y, más recientemente, medicamentos de precisión y biotecnológicos.

De acuerdo con las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) del INEGI, en los últimos 10 años la tasa de mortalidad de Tumor Maligno de la Mama aumentó, pasando de 6 mil 51 defunciones en 2014 a ocho mil 541 en 2024, lo que corresponde a tasas de mortalidad de 5.0% y 6.4% respectivamente.

        

Elaboración propia con información de INEGI

Las entidades que registraron mayor número de defunciones en 2024 son Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Veracruz, Nuevo León y Guanajuato, que representan casi 50% del total del año citado. Esto se debe a diversas razones: como el número de población en estos estados, así como la ubicación de instituciones de salud donde se atienden enfermedades oncológicas, como el Instituto Nacional de Cancerología, ubicado en la Ciudad de México, el Instituto Jalisciense de Cancerología; que implica que la población adyacente a dichos estados se trasladen hacia estos centros médicos para atenderse. Cabe destacar que también existe el Instituto Estatal de Cancerología de Guerrero, estado que ocupa el lugar 22 de defunciones registradas en 2024.

Por otro lado, es importante mencionar la variación que existe en defunciones por entidad federativa en el periodo 2023-2024; Campeche muestra un aumento de 51.72%, Quintana Roo de 46.43%. Morelos, Hidalgo y Yucatán de alrededor de 21%. En el caso de Sonora, Zacatecas, Sinaloa, Colima y Coahuila muestran disminuciones de 18.66%, 8.25%, 8.11%, 7.69% y 7.39% respectivamente. 

           

Elaboración propia con información de INEGI

2. Evolución de la compra pública de medicamentos para cáncer de mama

2.1. Cambios en el modelo de adquisiciones

Durante la última década, México ha experimentado importantes transformaciones en la compra pública de medicamentos:

Centralización de compras: A partir de 2019, la compra consolidada de medicamentos primero fue responsabilidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y, posteriormente, del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), buscando economías de escala y reducción de costos, retos que se trasladan al OPD IMSS Bienestar.

Participación de organismos internacionales: En 2020, la UNOPS (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos) fue contratada para gestionar compras internacionales de medicamentos, incluyendo oncológicos.

Desaparición del Seguro Popular: La transición al INSABI y la desaparición del Seguro Popular generaron incertidumbre y retrasos en la adquisición y distribución de medicamentos, situación que no ha logrado resolver el IMSS Bienestar.

2.2. Presupuesto y gasto en medicamentos oncológicos

El presupuesto destinado a la compra de medicamentos para cáncer de mama ha enfrentado altibajos. De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el gasto específico para prevención y atención del cáncer de mama en la Secretaría de Salud pasó de 582.2 millones de pesos en 2018 a 376.5 millones de pesos en 2024, una reducción de 35.3% en términos reales.

Elaboración propia con información de CIEP

2.3. Desabasto y retrasos en la entrega

Uno de los principales problemas derivados de los cambios en la compra pública ha sido el desabasto recurrente de medicamentos oncológicos. Entre 2019 y 2023, organizaciones de pacientes reportaron múltiples episodios de falta de medicamentos esenciales como trastuzumab, paclitaxel, doxorrubicina y tamoxifeno, afectando la continuidad de los tratamientos.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) y organizaciones como México Evalúa y Cero Desabasto documentaron que en 2023 se dejaron de surtir 15 millones de recetas en el sector público, de las cuales 2 millones correspondían a medicamentos para cáncer, incluyendo cáncer de mama.

3. Hallazgos clave en la compra pública de medicamentos oncológicos

3.1. Eficiencia y transparencia

Ahorros limitados: Aunque la centralización buscaba reducir costos, los ahorros han sido menores a los esperados y, en ocasiones, la falta de planeación ha generado compras de emergencia a precios elevados.

Falta de transparencia: Las auditorías han señalado opacidad en los procesos de adjudicación y falta de información pública sobre contratos y entregas.

3.2. Impacto en la atención de pacientes

Interrupciones de tratamiento: El desabasto ha provocado retrasos en quimioterapias y terapias dirigidas, lo que puede reducir la eficacia del tratamiento y aumentar la mortalidad.

Desigualdad regional: El acceso a medicamentos es más limitado en estados con menor infraestructura y en zonas rurales.

3.3. Innovación y acceso a medicamentos de última generación

Barrera de acceso: La introducción de medicamentos innovadores (anticuerpos monoclonales, biosimilares, terapias personalizadas) ha sido lenta y desigual, en parte por procesos regulatorios y presupuestales restrictivos.

Oportunidad en biosimilares: La entrada de biosimilares ha permitido cierta reducción de costos, pero su adopción no ha sido homogénea en todo el país.

4. Retos principales.

4.1. Planeación y logística

Falta de diagnóstico de necesidades reales: La planeación de compras no siempre se basa en datos epidemiológicos actualizados, lo que genera “sobrestock” o desabasto.

Logística deficiente: Retrasos en la distribución y almacenamiento inadecuado afectan la entrega oportuna de medicamentos.

4.2. Presupuesto insuficiente y recortes

Reducción del gasto: La disminución del presupuesto para medicamentos oncológicos limita el acceso a tratamientos de última generación y a terapias combinadas.

Competencia con otras prioridades: La pandemia de COVID-19 y otras emergencias han desviado recursos y atención.

4.3. Coordinación institucional

Fragmentación del sistema: La coexistencia de IMSS, ISSSTE, e IMSS Bienestar y sistemas estatales dificulta la coordinación y compra consolidada eficiente, que es sin duda uno de los mayores retos para el actual sexenio.

Falta de protocolos estandarizados: La ausencia de una guía nacional actualizada y obligatoria para el tratamiento del cáncer de mama genera variabilidad en la prescripción y uso de medicamentos Los Protocolos Nacionales de Atención Medica (PRONAM) sobre cáncer son recientes y les queda un largo corrido para su difusión y puesta en práctica entre los médicos especialistas para lograr estandarizar tratamientos, situación que es otro marcado reto para la Secretaría de Salud para los siguientes años.

5. Oportunidades para mejorar la compra pública de medicamentos

5.1. Fortalecimiento de la planeación y transparencia

Uso de datos epidemiológicos: Implementar sistemas de información robustos para planear compras con base en la incidencia real y proyecciones de casos. Esta condición ya está contemplada en reformas a la Ley General de Salud en cuanto a contar con mayor digitalización y que debe derivar en una mejor integración y uso de información. Veremos.

Transparencia en procesos: Publicar contratos, precios y entregas en tiempo real para fortalecer la rendición de cuentas, donde el principal obstáculo ha sido BIRMEX, que a pesar de sus continuas pifias, todo indica que seguirá como principal ente consolidadador de compras para el sector público de salud.

5.2. Innovación en adquisiciones

Compras basadas en valor: Priorizar medicamentos que demuestren mayor eficacia y costo-efectividad, situación que corresponde del todo al Consejo General de Salubridad.

Adopción de biosimilares y genéricos: Fomentar la competencia y reducir costos sin sacrificar Calidad, lo que dibuja un escenario nuevo para los próximos años para su mayor consumo y en su caso para la producción local.

5.3. Participación de pacientes y sociedad civil

Vigilancia ciudadana: Incluir a organizaciones de pacientes en la supervisión de compras y distribución, que son sin duda las primeras interesadas en tener resultados en beneficio de las personas afectadas.

Educación y empoderamiento: Informar a pacientes sobre sus derechos y opciones terapéuticas, así como mayor participación en decisiones del gobierno en temas de innovación y compras.

Conclusiones

La compra pública de medicamentos para cáncer de mama en México ha experimentado avances y retrocesos en los últimos ocho años. Si bien la centralización y búsqueda de ahorros han sido objetivos legítimos, la falta de planeación, transparencia y coordinación han derivado en episodios de desabasto y afectaciones directas a las pacientes. El reto es enorme, pero existen oportunidades claras para mejorar: fortalecer la planeación basada en datos, adoptar innovaciones terapéuticas, garantizar la transparencia y participación social, así como asegurar un financiamiento suficiente y sostenible. Solo así se podrá garantizar el acceso oportuno y equitativo a medicamentos que salvan vidas y mejorar la calidad de la atención para las mujeres mexicanas que enfrentan el cáncer de mama.