AUDICIÓN

Audición y cerebro, ¿cómo entendemos los sonidos?

Una función que tiene el cerebro en el proceso de la audición es la de determinar la ubicación, el volumen y el tono que tienen los sonidos, lo cual es esencial para lograr comunicarnos

No podríamos escuchar si el cerebro no interpreta los sonidos.
No podríamos escuchar si el cerebro no interpreta los sonidos. Créditos: canva
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Aunque la audición se asocia comúnmente con los oídos, realmente escuchamos con el cerebro, los oídos son únicamente la puerta de entrada para los sonidos.

Audición y cerebro ¿Cómo escuchamos

El cerebro es un órgano que recibe la información externa a través de los 5 sentidos (audición, vista, tacto, olfato y gusto) para poderla interpretar y darle un significado. Cada sentido captura diferentes tipos de estímulos del ambiente y los manda al cerebro a través de impulsos para poder interpretarlos. Por ejemplo, la nariz capta un olor, pero realmente, la nariz no sabe lo que está oliendo, es el cerebro el que puede identificar si el olor proviene de una flor o de un pastel en el horno.

Lo mismo pasa con la audición, el sonido viaja por el aire en forma de ondas que son captadas por el oído y son transmitidas a través del canal auditivo al oído medio y luego al oído interno. En el oído interno se encuentra la cóclea, la cual recibe las ondas en todas las frecuencias (agudas y graves) y las convierte en señales eléctricas que viajan a través del nervio auditivo al cerebro y éste las interpreta y las convierte en lo que escuchamos como sonidos.

El cerebro interpreta los sonidos. Foto: canva

Por ejemplo, la cóclea capta un sonido agudo y el cerebro lo interpreta como el silbido de un pájaro o capta un sonido grave y el cerebro lo interpreta como un tambor.

Otra función que tiene el cerebro en el proceso de la audición es la de determinar la ubicación, el volumen y el tono que tienen los sonidos, lo cual es esencial para lograr comunicarnos, interpretar el lenguaje y poder disfrutar la música. Asimismo, nos permite distinguir entre diferentes sonidos en un entorno ruidoso; por ejemplo, en una fiesta concurrida, podemos dirigir nuestra atención a la conversación que tenemos, ignorando el ruido de fondo.

¿Cuándo se da una pérdida auditiva?

La pérdida auditiva se da cuando hay un daño en alguna de las etapas del proceso auditivo, por lo que el cerebro recibe menos información sonora y esto afecta la capacidad de comunicarse y de procesar el lenguaje. El tratamiento es diferente dependiendo de cuál es la parte del oído que se ha dañado, pero cuando la afección se encuentra en el oído interno, los auxiliares auditivos o los implantes cocleares ayudan a mejorar la audición, permitiendo que el cerebro interprete los sonidos de manera más efectiva.

Asimismo, la terapia es indispensable tanto en niños como en adultos con pérdida auditiva que tienen aparatos auditivos, ya que en ella se estimulan las áreas del cerebro encargadas de recibir el sonido para que el paciente logre darle un significado efectivo a lo que escucha y pueda percibir los sonidos con mayor claridad.

El el proceso auditivo puede haber un daño. Foto: canva

En resumen, aunque los oídos son fundamentales para captar los sonidos, es el cerebro el verdadero protagonista en la interpretación y comprensión del mundo sonoro que nos rodea. Este complejo proceso nos permite no solo oír, sino también entender, comunicar y experimentar el mundo a través de los sonidos.

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