El aceite de oliva es un tipo de aceite vegetal que se extrae de la aceituna y aporta diferentes beneficios a la salud, por lo que a continuación, te hablaremos de la importancia de cocinar con este rico ingrediente.
Existen varios tipos de aceite de oliva, siendo el extra virgen el más saludable y con mayores beneficios para la salud, ya que no sufre procesos de refinamiento y mantiene sus nutrientes.
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Los beneficios de cocinar con aceite de oliva
El aceite de oliva no solo realza el sabor de los alimentos, sino que ofrece beneficios a la salud. A diferencia de otros aceites vegetales refinados, el de oliva extra virgen conserva sus propiedades nutricionales incluso al someterse al calor. Descubre por qué este ingrediente milenario debería ser imprescindible en tu cocina diaria:
- Protege tu corazón y reduce el colesterol
El aceite de oliva es rico en ácidos grasos monoinsaturados, particularmente ácido oleico, que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (malo) mientras mantiene el HDL (bueno). Estudios de la Universidad de Harvard revelan que su consumo regular disminuye hasta un 30% el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, contiene polifenoles con poder antiinflamatorio que mejoran la función endotelial, favoreciendo una mejor circulación sanguínea.
- Aliado contra el envejecimiento celular
Gracias a su alto contenido de antioxidantes como la vitamina E y los polifenoles, el aceite de oliva ayuda a combatir los radicales libres responsables del envejecimiento prematuro.
Investigaciones del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos demuestran que estos compuestos protegen el ADN celular y reducen el estrés oxidativo asociado con enfermedades crónicas. Su consumo habitual se relaciona con menor incidencia de deterioro cognitivo, ya que los ácidos grasos saludables nutren las membranas neuronales. Además, aplicado tópicamente, hidrata la piel y reduce los signos de la edad gracias a su poder regenerativo.
- Mejora la absorción de nutrientes
Utilizar aceite de oliva en ensaladas y vegetales cocidos aumenta significativamente la biodisponibilidad de vitaminas liposolubles (A, D, E y K) que el cuerpo no puede absorber sin grasa.
Un estudio comprobó que aliñar vegetales con este aceite cuadruplica la absorción de antioxidantes como los carotenoides. Esto lo convierte en el complemento ideal para dietas ricas en vegetales, maximizando sus beneficios nutricionales. Su capacidad para emulsionar también facilita la digestión de alimentos pesados, evitando molestias gastrointestinales después de las comidas.
- Versatilidad culinaria que realza sabores
A diferencia de otros aceites, el de oliva extra virgen resiste altas temperaturas (hasta 180°C) sin descomponerse en sustancias nocivas, según investigaciones de la Universidad de Barcelona. Esto lo hace perfecto para saltear, hornear e incluso freír, aunque lo ideal es usarlo en crudo o a fuego medio para preservar sus propiedades. Su amplio espectro de sabores desde afrutado hasta picante permite crear perfiles de gusto únicos en cada preparación. Desde postres hasta carnes, su capacidad para equilibrar y armonizar ingredientes lo convierte en el secreto mejor guardado de los chefs más reconocidos.
- Regula el azúcar en sangre y ayuda al control de peso
Contrario a lo que muchos piensan, el aceite de oliva puede ser un gran aliado en dietas para bajar de peso. Estudios de la Universidad de Viena demuestran que sus grasas saludables aumentan la saciedad, reduciendo los antojos entre comidas. Además, mejora la sensibilidad a la insulina, ayudando a regular los niveles de glucosa -especialmente beneficioso para personas con diabetes tipo 2.
La combinación de sus compuestos activa el metabolismo de las grasas, favoreciendo su uso como energía en lugar de acumulación. Nutriólogos recomiendan consumirlo en reemplazo de mantequillas y margarinas para obtener estos efectos metabólicos.
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