Los tamales son un platillo típico en México, y a continuación, te diremos si comerlos es malo para la salud, según la ciencia, así es que quédate a leer esta nota.
Los tamales son un alimento que se elabora a base de harina de ejote (maíz) y se rellenan con alimentos salados o dulces, como pollo, puerco, carne de res, semillas, entre otros ingredientes.
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Esto dice la ciencia sobre comer tamales
Los tamales son uno de los platillos más tradicionales y queridos en varios países de Latinoamérica, especialmente en México, donde forman parte fundamental de la gastronomía.
Sin embargo, su consumo frecuente ha generado dudas sobre sus efectos en la salud, particularmente por su contenido calórico y de carbohidratos. La ciencia ha analizado este alimento para determinar si realmente representa un riesgo o si, por el contrario, puede incluirse en una dieta equilibrada.
¿Cuáles son las propiedades nutricionales del tamal?
Aunque su composición varía según la receta, un tamal tradicional de masa de maíz con cerdo puede contener proteínas, vitaminas del complejo B, hierro y fibra, dependiendo de los ingredientes utilizados. La masa aporta carbohidratos complejos, que brindan energía, mientras que la carne o relleno agrega proteínas necesarias para la reparación muscular. Sin embargo, también suelen ser altos en grasas, especialmente si se preparan con manteca de cerdo o se acompañan de salsas cremosas. Algunas versiones modernas han optado por ingredientes más saludables, como harina integral o vegetales como relleno, lo que mejora su perfil nutricional.
¿Cuántos tamales se pueden comer sin afectar la salud?
Nutriólogos coinciden en que la moderación es clave: consumir uno o dos tamales pequeños ocasionalmente no representa un problema para personas sanas. Sin embargo, debido a su alta densidad calórica (un tamal promedio puede tener entre 300 y 600 kcal), no se recomienda comerlos diariamente, especialmente en casos de diabetes, sobrepeso o hipertensión.
Lo ideal es disfrutarlos como un antojo esporádico (por ejemplo, una o dos veces por semana) y preferir versiones con menos grasa, más vegetales y porciones controladas. Combinarlos con alimentos ricos en fibra, como ensaladas frescas, ayuda a balancear su impacto glucémico.
¿Qué pasa si comes muchos tamales?
El problema principal radica en el abuso: comer tamales en exceso y de manera frecuente puede contribuir al aumento de peso, resistencia a la insulina y elevación de colesterol LDL ("malo"). Esto se debe a su combinación de harinas refinadas, grasas saturadas y, en algunos casos, altos niveles de sodio.
Personas con enfermedades metabólicas deben ser especialmente cuidadosas y optar por alternativas más ligeras, como tamales de hoja de plátano o aquellos hechos con sustitutos de manteca. La ciencia señala que el contexto alimentario general es determinante: si la dieta es balanceada, un tamal ocasional no será perjudicial.
¿Entonces, comer tamales es bueno o malo?
Como muchos platillos tradicionales, los tamales no son "malos" en sí mismos, pero su impacto en la salud depende de cómo y cuánto se consuman. La clave está en elegir preparaciones más saludables, controlar las porciones y mantener un estilo de vida activo. Disfrutarlos con moderación y dentro de una dieta variada permite seguir apreciando su sabor sin culpas. Al final, la ciencia confirma que no hay alimentos prohibidos, sino frecuencias y cantidades inadecuadas.
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