La hipertensión arterial es una enfermedad crónica donde la presión de la sangre contra las paredes de las arterias es demasiado alta y constante, obligando al corazón a trabajar más para bombearla por todo el cuerpo. De acuerdo a la Secretaría de Salud, se estima que en México más de 30 millones de personas viven con esta condición.
En otras palabras, una de cada cuatro personas tiene este padecimiento, de las cuales 46% lo desconoce. Con este panorama de salud en la población, los expertos de nutrición han emitido una serie de recomendaciones
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La mejor manera de contribuir al tratamiento de hipertensión es adoptar hábitos saludables como ejercicio físico regular y cuidar la alimentación evitando azúcares añadidos y grasas saturadas. Aquí en Sumédico te explicamos todos los detalles para este tipo de pacientes.
Los líquidos que pacientes hipertensos NO deberían tomar
Un artículo de la British Heart Foundation señala que el mejor régimen alimenticio para este tipo de pacientes es la dieta DASH (cuyas siglas en inglés significan Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión), donde se recomienda limitar la ingesta de sodio a no más de 2 mil 300 miligramos al día.
En la década de 1990, investigadores del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos diseñaron este nuevo patrón de dieta para reducir la presión arterial.
Según información de la Clínica Mayo, los alimentos deben estar divididos de la siguiente manera:
- Granos o cereales: entre 6 y 8 porciones al día. Una porción puede ser media taza de cereal cocido, arroz o pasta.
- Verduras: entre 4 y 5 porciones al día. Una porción equivale a 1 taza de hortalizas de hoja verde crudas, media taza de verduras crudas o cocinadas cortadas, o media taza de jugo de verduras.
- Frutas: entre 4 y 5 porciones al día. Una porción equivale a una fruta mediana o media taza de fruta fresca, congelada o en conserva
- Productos lácteos descremados o bajos en grasa: entre 2 y 3 porciones al día. Una porción equivale a 1 taza de leche o yogur
- Carnes magras, carne de aves y pescado: seis porciones de 1 onza o menos al día. Una porción equivale a 1 onza de carne de res, carne de aves o pescado cocida o 1 huevo.
- Frutos secos, semillas o legumbres: entre 4 y 5 porciones a la semana. Una porción equivale a 2 cucharadas de mantequilla de maní, 2 cucharadas de semillas o media taza de legumbres cocidas (lentejas, garbanzos, frijoles).
- Grasas y aceites: entre 2 y 3 porciones al día. Una porción equivale a 1 cucharadita de margarina suave, 1 cucharadita de aceite vegetal, 1 cucharada de mayonesa o 2 cucharadas de aderezo para ensaladas.
- Dulces: 5 porciones o menos a la semana. Una porción equivale a 1 cucharada de azúcar, jalea o mermelada.
En este patrón alimenticio la mejor bebida es el agua simple y fría. No obstante, las bebidas que nunca deberían consumirse en este régimen son las siguientes:
- Alcohol (cerveza, whisky, tequila, etc.)
- Cafeína (refrescos, bebidas energizantes y café matutino)
- Bebidas con azúcar añadido (jugos, sodas, té artificial, etc.)
Una hidratación adecuada con bebidas sin azúcar ni sodio ayuda a mantener la presión bajo control. El enfoque debe ser la moderación y la supervisión médica. Cada persona responde de manera distinta, por lo que es importante monitorear la presión arterial y comentar cualquier cambio con el médico.
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