Los alimentos que consumimos todos los días pueden marcar una gran diferencia en la salud del hígado. En un mundo donde el estrés y las comidas procesadas han llevado a un aumento en enfermedades metabólicas como la diabetes y el hígado graso, existe una fruta rica, fácil de conseguir y que puede ayudar a prevenirlas: la manzana.
Además de ser rica y refrescante, la manzana podría ser clave para mantenerte saludable y prevenir la diabetes y el hígado graso no alcohólico. Un estudio reciente realizado en cerdos de engorda ha revelado que los polifenoles presentes en las manzanas pueden ayudar a prevenir la acumulación de grasa en el hígado y mejorar la salud metabólica en general.
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El poder de los polifenoles en la manzana
El estudio de la Sichuan Agricultural University en China se centró en investigar los efectos de los polifenoles de manzana en la reducción de grasa hepática y en la mejora de los perfiles lipídicos. Los resultados fueron sorprendentes: los polifenoles ayudaron a reducir la grasa en el hígado y también aumentaron la capacidad antioxidante del cuerpo.
El hígado graso es una de las principales causas de enfermedades metabólicas, incluidas las complicaciones que pueden llevar a la diabetes tipo 2. Este estudio sugiere que los polifenoles de la manzana podrían ser una forma efectiva de prevenir estos problemas a través de una dieta sencilla y natural.
Lo que hace que los polifenoles de manzana sean tan poderosos es su capacidad para mejorar el perfil lipídico del organismo. Esto significa que ayudan a equilibrar los niveles de grasa en el cuerpo, reduciendo el riesgo de que se acumule en el hígado. Además, los polifenoles de la manzana estimularon la expresión de genes relacionados con el metabolismo de las grasas, lo que podría tener un impacto positivo en la prevención de enfermedades metabólicas como la diabetes.
¿Cómo incluir más manzanas en tu dieta?
Incorporar manzanas en tu dieta diaria es una forma deliciosa y fácil de mejorar tu salud hepática y metabólica. Además de los polifenoles, las manzanas son ricas en fibra, vitaminas y minerales esenciales.
Puedes disfrutar de las manzanas frescas, en ensaladas o preparadas de distintas maneras. Y aunque la indicación sobre la frecuencia de su consumo podría variar de persona a persona, comer una manzana al día es una buena forma de comenzar. Recuerda que, para tener los mejores resultados, es importante llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio con regularidad.
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