TRAUMAS INFANTILES

¿Por qué resurgen los traumas de la infancia en la adultez? Esto dice la psicología

Las heridas emocionales de la infancia suelen ser las más profundas

Los traumas en la infancia pueden definir la personalidad de un adulto
Los traumas en la infancia pueden definir la personalidad de un adultoCréditos: Canva
Escrito en MENTE SANA el

La infancia es una etapa crucial en el desarrollo emocional de cualquier persona, puesto que las experiencias negativas de la niñez pueden marcar la forma en que pensamos, sentimos y nos relacionamos con los demás. 

Un trauma se relaciona comúnmente a patrones dañinos que ocurren en el entorno familiar: violencia, manipulación, falta de afecto, control excesivo o invalidación emocional. Las experiencias tempranas moldean el cerebro en desarrollo y tienen un efecto duradero en la regulación emocional y la salud mental.

Los traumas infantiles pueden influir en la vida adulta / Pexels

Los niños que crecieron en ambientes adversos pueden desarrollar ciertos problemas de salud mental en la adultez. Aquí en Sumédico te explicamos el resurgimiento de los traumas de la niñez.

La importancia de una infancia libre de violencia y abuso

Las infancias con problemas críticos suelen convertirse en adultos inseguros o demasiado perfeccionistas, con diversos matices en el crecimiento.

La autoimagen se forma en gran medida a partir de la validación recibida en la niñez. Quienes vivieron negligencia o rechazo con los padres de familia y tutores pueden desarrollar dependencia emocional o dificultad para confiar en sus relaciones de pareja.

En palabras de Fern Schumer Chapman, columna de Psychology Today, "En la infancia, los primogénitos a menudo asumen roles de liderazgo o crianza, mientras que los hermanos menores suelen desarrollar comportamientos colaborativos o adaptativos. Estos roles pueden reaparecer en el matrimonio, y las tendencias hacia el cuidado o la deferencia pueden determinar las expectativas y la satisfacción en la pareja".

Asimismo, hay una tendencia a la repetición de patrones familiares porque solemos replicar las conductas observadas en casa. Así, un adulto puede repetir modelos de agresión o control que vivió en su infancia. Es decir, si un niño es testigo de violencia intrafamiliar, puede replicar esta conducta en sus relaciones futuras. 

Por ejemplo, Chapman enfatiza: "Una mujer que no ha hablado con su hermano en décadas puede reaccionar ante todos los hombres, especialmente a su pareja, como si fueran su hermano, esperando que todos los hombres en su vida la traten mal y/o la abandonen".

Otro ejemplo es si de niño se aprendió que los problemas se resolvían con gritos o silencios prolongados, es probable que de adulto se usen esas mismas estrategias ineficaces en los vínculos futuros, así sean amorosos o amistosos.

Finalmente, los adultos con experiencias adversas en la niñez tienen mayor riesgo de depresión, ansiedad, consumo de sustancias y enfermedades crónicas.

Ante estas conductas, la especialista Chapman recomienda utilizar la alfabetización emocional: identificar, nombrar y expresar emociones de manera segura y constructiva.

Además de comunicar necesidades y límites con calma, y reparar las rupturas sin alejarte.

Los daños más comunes con la presencia de un trauma son afectaciones en:

  • Regulación emocional
  • Ciclos de sueño y vigilia
  • Detección de amenazas
  • Pensamiento de orden superior

Si se detecta alguna anomalía en alguno de los ámbitos anteriores, lo mejor es acudir con un especialista de la salud mental. 

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