La parálisis facial por estrés, también conocida como parálisis de Bell cuando no tiene una causa identificable clara, es una condición que puede surgir de un cuadro de estrés intenso y sostenido. Pero, ¿cómo se manifiesta? 5 síntomas que NO debes ignorar.
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¿Cómo se manifiesta una parálisis facial por estrés? 5 síntomas que NO debes ignorar
Aunque suele ser reversible, una parálisis facial por estrés no debe tomarse a la ligera: se trata de una señal del cuerpo que indica que ha llegado al límite de su capacidad para gestionar la tensión emocional.
Aproximadamente 70% de las personas diagnosticadas con esta afección logran una recuperación completa, siempre que se actúe con rapidez y se inicie un tratamiento adecuado. Este puede incluir medicamentos, acupuntura, fisioterapia y, fundamentalmente, estrategias para la gestión del estrés.
La clave está en atender los primeros signos y actuar dentro de las primeras 48 horas, lo que aumenta significativamente las probabilidades de una recuperación total en uno o dos meses, según 20minutos.
El estrés, en sí mismo, no es negativo: es una respuesta adaptativa que nos prepara para afrontar desafíos. Pero cuando se prolonga en el tiempo y no logramos canalizarlo, puede derivar en trastornos físicos reales. Entre ellos, la parálisis facial es uno de los más visibles. Esta condición se produce por la inflamación o daño del nervio facial, lo que genera una pérdida de movilidad y sensibilidad en un lado del rostro.
De acuerdo con Mayo Clinic, estos son los cinco síntomas más importantes que NO debes ignorar para prevenir una parálisis facial por estrés:
- Asimetría facial repentina: un lado de la cara parece caído, especialmente en la comisura de los labios o el párpado.
- Dificultad para cerrar un ojo: puede sentirse seco o lagrimear excesivamente porque el párpado no responde con normalidad.
- Pérdida del sentido del gusto en una parte de la lengua. Sobre todo en la mitad correspondiente al lado afectado.
- Dolor o molestia detrás del oído justo antes de que aparezcan otros síntomas. Un aviso que a menudo se pasa por alto.
- Incapacidad para sonreír o fruncir el ceño de forma simétrica. Incluso aunque el resto del cuerpo se sienta normal.
Ante cualquiera de estos signos, es fundamental buscar atención médica inmediata.
La parálisis facial por estrés no solo tiene tratamiento, sino que puede ser una oportunidad para revisar nuestros hábitos, niveles de autoexigencia y herramientas de autocuidado.
En resumen, escuchar al cuerpo y aprender a reconocer las señales tempranas es, muchas veces, la mejor forma de prevenir complicaciones mayores como una parálisis facial por estrés. ¿Has tenido alguno de estos síntomas?