La autocompasión es una habilidad clave de la inteligencia emocional, consiste en ser amable y comprensivo con una/o mismo ante los errores o fallos. Y más que un acto de indulgencia, implica el deseo de aliviar el propio sufrimiento en lugar de castigarse por los errores cometidos. Entonces, ¿es mala la autocompasión?
¿Es mala la autocompasión?
A través de practicar la autocompasión, se desarrolla una forma de diálogo interno basado en el respeto, la amabilidad, el cariño y el positivismo. Este acto fomenta la aceptación y el crecimiento personal.
Según el Centro de Estudios de Psicología, la autocompasión aporta numerosos beneficios psicológicos y emocionales, fortaleciendo tanto la relación con uno mismo como con los demás. Entonces, en vez de ser mala aporta ventajas. Por ejemplo:
- Fortalecimiento de las relaciones personales. Al desarrollar la empatía hacia uno mismo, es más fácil extender esa comprensión y amabilidad hacia otros.
- Paciencia y calma interior. Practicar la autocompasión fomenta un estado mental sereno, lo que ayuda a manejar mejor situaciones difíciles.
- Fomento del autoconocimiento. La introspección basada en la autocompasión permite un mejor entendimiento de las propias emociones y necesidades.
- Crecimiento personal. Ayuda a interpretar las experiencias de manera comprensiva, favoreciendo la resiliencia y el aprendizaje continuo.
¿Cómo practicar la autocompasión?
La autocompasión es una habilidad que se puede desarrollar con práctica consciente. De esta forma puedes incorporarla en tu vida cotidiana:
- Dedica tiempo a estar contigo mismo. Busca momentos para la introspección en espacios que te transmitan calma, desconectándote de distracciones como el móvil.
- Sé objetivo contigo mismo. En lugar de culparte, observa tus errores con empatía, del mismo modo que lo harías con un ser querido en una situación difícil.
- Evita dramatizar. Acepta lo ocurrido y tus emociones, pero sin caer en un ciclo de pensamientos negativos o autocríticos extremos.
- Asume responsabilidad. Aprende de los errores para desarrollar resiliencia y afrontar futuros desafíos con una actitud constructiva.
- Piensa con esperanza. Cultiva una visión positiva hacia el futuro, centrándote en las posibilidades que pueden surgir de cada experiencia.
En resumen, la autocompasión no es mala, por el contrario, es una herramienta poderosa para el bienestar emocional. Practicarla no solo mejora la relación con una/o mismo, sino que también fortalece la capacidad de superar adversidades y cultivar una vida más plena y equilibrada.
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