¿Hace cuánto que te hiciste un examen de fondo de ojo? Probablemente nunca te has hecho uno a pesar de que es de los estudios más importantes para las personas con diabetes y prediabetes. Al respecto, el Mtro. Daniel Paniagua, vocero de la Asociación Mexicana de Diabetes (AMD) alerta que la retinopatía diabética y el edema macular diabético, son de las principales complicaciones de esta enfermedad, solo después del pie diabético.
Según cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 1 de cada 3 personas con diabetes tiene algún grado de retinopatía diabética y 1 de cada 10, tiene algún grado de edema macular diabético o retinopatía diabética proliferativa, que la representa un grado de pérdida de visión.
Específicamente la retinopatía diabética tiene una prevalencia del 18.3% en México.
A pesar de estas cifras, en México no se hacen los tamizajes de la vista de manera rutinaria desde el primer nivel de atención, sino hasta el segundo o tercero, lo que está favoreciendo detectar casos ya en una etapa avanzada.
Las guías internacionales para el cuidado ocular indican que toda persona con diabetes o en riesgo de desarrollarlo debe realizarse una exploración del fondo de ojo al menos una vez al año, incluso si se siente bien o no tiene ninguna alteración visual.
“Cifras que tenemos en la Asociación Mexicana de Diabetes nos indican que, en promedio, una persona con seguro social llámese IMSS, ISSSTE o Centro de Salud solamente se hace un estudio del fondo de ojo cada 5 años”, alerta el especialista.
“Hay personas que pasan hasta 7 años desde su diagnóstico de diabetes sin evaluarse, en el mejor de los casos pasan 3, es un grave problema”, agrega.
¿Cómo dañan la vista la retinopatía diabética y el edema macular diabético?
El licenciado en optometría por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con maestría en Salud Pública menciona en entrevista con SuMédico que el globo ocular es una estructura que nos permite ver y se compone de múltiples órganos, entre los que se encuentra la retina, en el fondo del ojo. La retina es una extensión del cerebro que capta la luz y lleva un impulso eléctrico que se interpreta como visión.
Dentro de la retina hay una estructura llamada mácula, que nos permite enfocar las imágenes y reconocerlas.
Estas estructuras del ojo, la mácula y la retina, tienen un alto metabolismo, señala Paniagua, por lo que están altamente vascularizadas, esto significa que tienen muchos microvasos sanguíneos que, con la diabetes, se ven alterados o lesionados.
Los niveles altos de glucosa o vivir muchos años con diabetes descontrolada son los principales factores para que la mácula y la retina presenten alteraciones.
Si además hay otros factores como presión alta, colesterol LDL o “malo” elevado, tabaquismo y embarazo en el caso de las mujeres, el daño a los vasos sanguíneos del ojo puede ser peor.
“Se generan pequeñas hemorragias o se infiltra en el ojo, causando una visión alterada o disminuida”, menciona el experto.
Es importante destacar que en muchos casos no se presentan síntomas, pero en quienes sí llegan a presentarlos, pueden detectar:
- Halos de colores
- Pérdida de campo de la visión
- Aparición de objetos en el campo de visión
- Ver moscas volantes o gusanitos
Una persona también puede creer que tiene una vista excelente y aún así tener un grado de lesión importante, por eso es tan importante hacer un tamiz de la vista si sabemos que tenemos alteraciones con la glucosa o la resistencia a la insulina.
Los pacientes llegan en etapas avanzadas de la enfermedad
El Mtro. Paniagua, también Coordinador académico en Salud Visual y Diabetes de la AMD, trabajó antes en un centro de salud, donde relata que recibían a pacientes de toda la Republica y fue donde se dio cuenta de lo prevalentes que son las enfermedades crónicas no transmisibles, destacando entre ellas la diabetes.
Según explica, los casos de personas con diabetes y un grado de alteraciones visuales eran constantes en la consulta, incluso en las personas con un estadio previo de la enfermedad, es decir, con prediabetes, que es cuando inicia la resistencia a la insulina.
“Los pacientes acudían a consulta pensando que ya no veían bien porque necesitaban un ajuste en su graduación, pero nos dábamos cuenta de que, en sus estudios de glucosa y presión arterial, no tenían resultados favorables y que existía una relación con sus problemas de la vista”, menciona.
Entre las enfermedades que detectaban con más frecuencia estaba la catarata, la retinopatía diabética y el edema macular diabético.
Otras de las manifestaciones que detectaban con frecuencia era el síndrome de ojo seco u otras alteraciones que favorecían las infecciones oculares, lo que los aproximaba a que algo no andaba bien con estos pacientes.
“Eran nuevos diagnósticos de pacientes que vivían con diabetes o con una alteración de la glucosa y no lo sabían. Quienes ya lo sabían normalmente tenían muchos años con diabetes, pero que no tenían un control glucémico óptimo”, lamenta.
Cuando el experto llegó a la Asociación Mexicana de Diabetes, le mencionó a la directora que se necesitaba hablar más de las condiciones visuales relacionadas con la diabetes y la prediabetes, porque todo indicaba que las personas no conocían los riesgos.
“Iniciamos con jornadas de tamizaje de retinopatía diabética para los pacientes con diabetes ya que esta enfermedad junto con el pie diabético, no se detectan a tiempo en los pacientes porque nos dimos cuenta de que los tamizajes de fondo de ojo y del pie son de las prácticas menos empleadas en el sistema de salud”, destaca.
Siete años después, la situación no ha cambiado mucho, pues el Mtro. Paniagua afirma que los pacientes todavía llegan con un grado de daño que los llevan a complicaciones graves, como perder una de las extremidades y perder por completo la vista.
De hecho, la retinopatía diabética es la principal causa de discapacidad visual en las personas laboralmente activas, de entre 35 y 55 años.
“Con la pandemia comenzamos a hacer acciones a distancia, especialmente para educar a los profesionales de salud de primer nivel que son los primeros que tienen contacto con los pacientes y que pueden referirlos de manera oportuna con un especialista”, recuerda.
Para educar a la población, llevaron cursos de capacitación no solo a México, sino a toda Latinoamérica, además de que realizaron foros académicos y legislativos para hacer notar la gran necesidad de que los pacientes tengan un diagnóstico oportuno y puedan prevenir complicaciones.
Diabetes, más allá del control de la glucosa
La revisión del fondo de ojo es una medida ideal para prevenir una de las complicaciones más comunes y no toma más de 5 minutos, aunque se debe enfatizar que no es lo mismo que una revisión para hacerse unos lentes, sino que se revisa la retina y la mácula.
“Podríamos decir que nuestros ojos pueden ser un órgano espejo, porque pueden reflejar cómo está la salud del corazón, de los riñones y de nuestras extremidades”, destaca Paniagua.
El vocero de la AMD recalca que cuando se habla de educación en diabetes, no solo implica el control de la glucosa, también el fomento a los hábitos saludables, la promoción hacia la salud mental, la activación física y el seguimiento correcto del medicamento.
Si bien hay mucho por hacer para que el tamizaje de la vista se haga de manera rutinaria en el sistema de salud, los pacientes también deben poner mucho de su parte para prevenir el deterioro de la visión a causa de la diabetes.
Por ello, el doctor brinda las siguientes recomendaciones para empoderar a los pacientes que viven con diabetes:
- Solicitar una revisión del fondo de ojo al menos una vez al año, ya sea por un oftalmólogo o un oftalmista certificado
- No fumar, ya que el tabaquismo daña de manera importante los vasos sanguíneos, incluyendo los del ojo y descontrola los niveles de glucosa
- Respetar nuestra alimentación, con un alto consumo de frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables
- Reducir o evitar el consumo de bebidas azucaradas, como los refrescos y jugos envasados, así como las harinas ultraprocesadas y los productos con alto contenido de grasas trans
“Estos productos tienen conservantes, un factor que fomenta la alteración a la sensibilidad de la glucosa”
- Activarnos todos los días, incluso en el trabajo, ya sea con un contador de pasos para caminar más (de preferencia más de 10 mil pasos al día) o realizando algún ejercicio en el casa o el gimnasio
“El ejercicio incrementa el grado de sensibilidad a la insulina y ello favorece que no surjan alteraciones microvasculares como la retinopatía diabética”, destaca Paniagua.
- Seguir el tratamiento, ya que una de las principales causas de complicaciones en la diabetes es dejar los medicamentos para el control de la glucosa solo porque nos sentimos bien
“En este punto también nos han hecho mucho daño las falsas creencias sobre los tratamientos como la insulina, porque se cree que es dañina o que los va a dejar ciegos y la gente lo deja o lo toma un día sí y uno no o solo cuando se siente mal, esto es un error”
- No dejar pasar cualquier alteración visual o irse a dormir pensando que se va a quitar, especialmente si hay visión borrosa, mala visión en la noche, sensibilidad excesiva a la luz o ver moscas o gusanitos, ya que suelen ser síntomas de enfermedades del ojo relacionadas con la diabetes
En la Asociación Mexicana de Diabetes se realizan campañas de tamizaje de retinopatía diabética a lo largo del año de manera gratuita, solamente se debe sacar cita.
“En estos espacios no solo se evalúa el fondo de ojo, también el riesgo de pie diabético. Los pacientes reciben asesoría nutricional, les ofrecemos vacunación y realizamos talleres de cocina y otras actividades para que las personas con diabetes tengan controlada su enfermedad”, refiere el Mtro. Paniagua.
Recuerda que estos cursos se pueden tomar a distancia mediante las redes sociales de la Asociación Mexicana de Diabetes.