Existen comportamientos que a veces tenemos normalizados porque los hemos vivido y visto desde nuestra infancia, sin embargo, merecemos vivir en un ambiente emocionalmente sano. Entonces, ¿cómo saber si mi familia es tóxica? Aunque existen muchas señales, compartimos algunas para que puedas establecer límites o tomar distancia.
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¿Cómo saber si mi familia es tóxica?
Según Mundo Psicólogos, neutralizar a un familiar tóxico o saber cómo alejarse de una familia tóxica será la clave para que dejes atrás todas las consecuencias relacionadas con estos malos ambientes. A pesar de ello, establecer límites emocionales en las familias tóxicas es más complicado de lo que a primera vista parece. Por ello el primer paso es identificar si tu familia es tóxica.
De acuerdo con los psicólogos, podríamos lograr identificar esto a través de estos diez comportamientos:
- Problemas de comunicación. En las familias tóxicas la comunicación brilla por su ausencia. Cada miembro va a su aire y funcionan como personas independientes que comparten espacios comunes. Las personas tienden a ser muy autosuficientes pero carentes de vínculo afectivo. De esta forma, no existe un hermano o hermana tóxica o unos padres tóxicos, sino que más bien todos son culpables de poner distancia en sus relaciones.
- Manipulación emocional. Entornos familiares donde para conseguir el afecto, se recurre a chantaje emocional, engaño o manipulación. Por ejemplo, los casos de alienación parental, donde el padre o la madre se dedica a hablar mal del otro progenitor con el objetivo de hacer una alianza en contra de la otra persona. A veces este tipo de actitudes las podemos ver en abuelos o abuelas tóxicas, que se ponen de parte de su hijo o hija para dejar mal a la pareja delante de sus nietos.
- Distanciamiento emocional. Hay familias donde los padres cubren muy bien las necesidades básicas de los hijos. Nunca les faltará la comida, los libros o incluso los caprichos, sin embargo, la relación emocional es fría. No habrá abrazos, besos ni gestos de cariño, apoyo o comprensión, de manera que los hijos crecen sin una figura de apego seguro. Se sienten invalidados como hijos e incluso como personas. Esta familia tóxica crea un sentimiento de invalidez en los niños que lo sufren.
- Conflictos constantes. En estos entornos suele aparecer de forma bastante habitual la falta de respeto o incluso la violencia física o verbal. Ya sea entre los progenitores, o de un padre/madre a un hijo, o entre hermanos, los conflictos constantes pueden acabar convirtiendo a los familiares en tóxicos.
- Mezcla o intercambio de roles familiares. Hay ocasiones en la que los padres se comportan de forma más inmadura e infantil que los hijos y éstos acaban marcando límites a sus progenitores. En otros casos sucede que uno de los hijos hace una alianza con uno de los progenitores y acaba actuando como si en lugar de ser el hijo fuera la pareja del padre o la madre (es lo que llamamos triangulación). En estos casos las consecuencias para la víctima de esta psicología de la familia, pueden ser devastadoras tanto para su autoestima como para su salud mental.
- Se espera que cumplas con objetivos poco realistas. En algunas ocasiones las relaciones en una familia tóxica suceden debido a la expectativa por parte de los padres para que un hijo cumpla con todos los objetivos que ellos tienen en mente. En muchos casos estas figuras paternales están intentando llegar a sus objetivos a través de sus hijos. Por otro lado, también se pueden dar en entornos donde se ejerce demasiada disciplina por parte de los padres.
- Críticas muy duras. En algunas ocasiones los padres pueden criticar las actitudes de sus hijos. Pero cuando estos comentarios son continuos y además no son nada constructivos, quizá es que este en una relación de familia tóxica. Este tipo de críticas también se puede dar de parte de hermanas o hermanos tóxicos o incluso de hijos a padres.
- Exceso de control. Controlar en exceso a los menores puede ser una clara señal de que existe una relación tóxica en la familia. Tanto es así que, en muchas ocasiones, los familiares tóxicos usan la manipulación para intentar controlar aspectos de la víctima ya sean cuestiones personales o profesionales.
- Abuso de sustancias. Muchas relaciones de familias tóxicas tienen la causa en el abuso de sustancias por parte de uno de los miembros. De esta forma, la persona que es adicta acaba teniendo un comportamiento muy compulsivo con el que se relaciona con todos los miembros.
- Existen abusos verbales, físicos o emocionales. En los casos en que es constante el abuso físico o verbal, es claramente una situación de familia tóxica. En estos casos es vital contarlo, ya sea a otro familiar cercano (como los abuelos o los tíos) o a alguien del entorno escolar.
Finalmente, y de acuerdo con los psicólogos, el primer paso para dejar atrás este tipo de relaciones tóxicas es identificar si realmente estás en una de ellas.
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