La Cámara de Diputados aprobó una reforma al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que aumenta de 1.65 a 3.08 pesos por litro, el gravamen a los electrolitos orales o sueros que contengan azúcares fuera de los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es porque en SuMédico entrevistamos en exclusiva al diputado José Antonio López Ruiz, del Partido del Trabajo (PT), quien explicó el porqué de estos impuestos.
"Hay que dar la cara, hay que saber explicar", afirma el diputado desde el inicio, reconociendo la polémica que genera gravar productos que muchos consideran esenciales. Pero su argumento es contundente: "México es el país número uno en consumo de refresco per cápita en el mundo. Una persona consume cerca de 166 litros de refresco por año".
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La diabetes, la principal razón de este impuesto
Los números que revela el diputado pintan un panorama alarmante: "Todos los días se amputan distintas partes del cuerpo como piernas, pies, en aquellos pacientes que sufren diabetes". Pero lo más preocupante viene después: "Tenemos prediabéticos de 25 o 30 años. Personas que son condenadas a vivir con una enfermedad".
La ecuación económica es brutal: "Una persona que se dializa en México le cuesta al sistema cerca de medio millón de pesos al año". Frente a este escenario, el impuesto busca no sólo recaudar, sino cambiar hábitos: "La salud tiene que ser preventiva, tiene que ser corresponsable de todos".
¿Cómo afectará este impuesto a poblaciones vulnerables?
Al ser confrontado sobre cómo afectará el impuesto a poblaciones vulnerables, el diputado señala: "Los niños deshidratados seguramente son niños mal alimentados, son niños vulnerables que viven en pobreza. Esta gente en caso de deshidratación iría a un centro de salud, no van a una tienda de conveniencia a comprar estas bebidas".
Y remata: "El doctor que recibe a un adulto mayor deshidratado no le dirá que vaya a una tienda de conveniencia a comprar esto como medicamento".
¿Qué sueros son los que pagarán impuesto?
El diputado aclara el punto más confuso de la reforma: solo pagarán impuestos los sueros que NO cumplan estrictamente con la fórmula de la OMS (glucosa anhidra, cloruro de sodio, cloruro de potasio y citrato trisódico).
"Cualquier bebida que agregue edulcorantes, fructosa o sabores adicionales pagará IEPS", explica. El legislador es categórico: "Estos sueros no son medicamentos, están en un limbo fiscal. Se convirtieron en una bebida con el mismo comportamiento de un refresco".
"No es una campaña contra electrolit"
Frente a las acusaciones de que el impuesto parece dirigido específicamente a marcas populares, el diputado lo niega rotundamente: "Si hubiera sido así, nos hubiéramos ido contra su manera de comercializar".
Reconoce que "hubo campaña en redes sociales" pero atribuye las críticas a "intereses creados" y asegura: "Somos respetuosos, pero tenemos claro el objetivo de la reforma".
El compromiso: Rendición de cuentas en un año
El diputado cierra con una promesa que muchos recordarán: "Ya nos veremos en un año, para poder comentar los efectos en salud". Un compromiso que pone fecha al debate sobre la efectividad real de esta polémica medida.
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