La universalización de los servicios de salud en México se plantea como una estrategia para enfrentar desigualdades estructurales que, durante décadas, han limitado el acceso equitativo a la atención médica y el objetivo central es que la calidad y oportunidad de los servicios no dependan de la condición laboral, la afiliación ni la entidad federativa de residencia.
En entrevista con Sumédico-La Silla Rota, Eduardo Clark, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, calificó como “triste y desconsolador” que el nivel de acceso a la salud dependa de la condición laboral, como hoy ocurre, de ahí la fragmentación que existe y el sentido del modelo de universalización que comenzará a implementarse a partir de 2026.
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El subsecretario Clark sostuvo que esta fragmentación ha impedido avances reales en los resultados sanitarios del país.
“En los últimos 25 años lo que hemos visto y lo que es francamente decepcionante es que los indicadores de salud no han mejorado (en nuestro país). La esperanza de vida es prácticamente la misma que teníamos hace 25 años”, dijo, al contrastar el estancamiento nacional con la evolución de otros sistemas de salud.
De acuerdo con el funcionario de salud, el planteamiento de la universalidad no implica crear un sistema nuevo ni duplicar infraestructura, sino reorganizar y aprovechar de manera conjunta los recursos públicos existentes, que pueda haber un intercambio de servicios entre instituciones, permitiendo que las personas se atiendan donde exista capacidad disponible.
“Hay que pensar en grande y esta es una idea (el sistema universal de salud) que consideramos factible… tenemos que reducir las desigualdades y elevar la cobertura del acceso que los mexicanos tienen en la salud”, afirmó.
El subsecretario dijo “no es que vayamos a necesitar más recursos y que el IMSS se vaya a la bancarrota… lo que buscamos en el sector público es que la gente pueda acceder a los servicios de salud en el lugar más cercano, sin que tenga que saber lo que hacemos por detrás, nosotros intercambiamos los recursos”.
Este esquema, añadió, busca generar eficiencias operativas sin incrementar de manera desproporcionada el gasto público. “No significa duplicar todo lo que hacemos…significa poner orden y usar mejor lo que ya tenemos”.
Pese a los cuestionamientos por el modelo de universalidad, Eduardo Clark, subsecretario del sector Salud en México, enfatizó que este modelo no debe entenderse como una carga adicional para las instituciones, sino como una forma de distribuir mejor la atención y evitar saturaciones innecesarias.
Vacunas: cobertura, abasto y combate a la desinformación
Dentro del rediseño del sistema de salud, el subsecretario destacó que el abasto de vacunas es un componente esencial para garantizar el derecho a la salud. Reconoció que la pandemia provocó una caída global en las coberturas de vacunación y problemas de suministro, particularmente en biológicos estratégicos.
“Hubo un momento muy álgido hacia 2020, a nivel global hubo escasez de ciertas vacunas estratégicas para el mundo, no era un tema particular de México o de la región; sin embargo, aseguró que esa situación ha sido corregida. “Hoy ya no tenemos un problema fuerte de abasto de vacunas y contamos con dosis suficientes para cubrir las metas de vacunación”.
Clark señaló que uno de los retos actuales no es solo la disponibilidad, sino recuperar coberturas y enfrentar la desinformación. “Tenemos vacunas, pero necesitamos salir más a buscar a la gente y seguir peleando contra la desinformación”.
“Mucha gente desafortunadamente, ha perdido confianza en las vacunas, un tema que era totalmente impensable hace 20-30 años y hoy es responsabilidad de todo mexicano asegurar que las vacunas son seguras, son de calidad, son eficaces y que hacen lo que todos queremos, que es salvar vidas”, afirmó el subsecretario Eduardo Clark.
Recalcó que la evidencia científica respalda la seguridad y eficacia de los biológicos. “Las vacunas son seguras, son efectivas y han salvado millones de vidas”, dijo, y recordó que en México forman parte de un derecho garantizado por el Estado. “Nadie debe pagar por una vacuna”.
Finalmente, Clark reiteró que la universalización, acompañada de abasto garantizado de medicamentos y vacunas, busca cambiar de fondo la experiencia de atención médica en el país. “Que el tipo de seguridad social, el trabajo o el estado donde naciste no determine tu estado de salud ni tus posibilidades de vida”.
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