La industria farmacéutica mexicana se encuentra ante una coyuntura determinante, así lo señalaron José Carlos Ferreyra, presidente del Instituto Farmacéutico de México (INEFAM), y Enrique Martínez, director general de Línea de Fama, durante el podcast Líderes de la Salud de Sumédico, donde abordaron los retos inmediatos y estructurales que enfrenta el sector.
Ferreyra advirtió que, aunque el nuevo modelo de compras públicas anticipadas representa un avance frente a los años anteriores, persiste un elemento crítico: la ausencia del reglamento de la nueva Ley de Adquisiciones, que debía estar listo desde junio.
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“Estamos echando el cemento, pero nos falta la varilla. No podemos planear una compra bianual mayúscula sin saber cuáles serán los puntos y porcentajes para los proveedores nacionales y extranjeros”, explicó.
Esta falta de certeza regulatoria- añadió- no solo genera incertidumbre, sino que podría traducirse en discrecionalidad, impagos o fallas en la contratación pública, afectando tanto al suministro de medicamentos como al de dispositivos médicos, instrumental quirúrgico y servicios hospitalarios.
“No es un sector pequeño. Es un ecosistema completo de salud que requiere reglas claras y certidumbre jurídica”, subrayó Martínez.
Un sector con potencial, pero atrapado en la incertidumbre
Ambos expertos coincidieron en que el próximo año será de transición, en el que se pondrá a prueba la relación entre la industria y las instituciones públicas. El reto es: construir un modelo de compras eficiente, transparente y con tiempos que permitan a la industria planificar su producción y cadena de suministro.
Ferreyra destacó que el abasto promedio actual ronda el 70%, con mejoras parciales, y que el objetivo hacia 2030 es resolver definitivamente los problemas de suministro en hospitales y clínicas públicas.
“La compra pública es la palanca más poderosa para detonar inversión y desarrollo en el sector salud”, afirmó.
El papel de la tecnología y los biosimilares
Una de las transformaciones más relevantes para el futuro del sector será el avance tecnológico. Ferreyra y Martínez coincidieron en que la inteligencia artificial (IA) y la digitalización de procesos regulatorios pueden revolucionar la industria.
“Un predictamen que hoy tarda seis meses en Cofepris, una inteligencia artificial podría hacerlo en tres minutos”, dijo Ferreyra, al explicar cómo los algoritmos pueden acelerar la revisión de expedientes técnicos, análisis clínicos y control de lotes.
Además, el vencimiento de patentes biotecnológicas- la llamada “Green Mile”- abrirá un nuevo mercado de biosimilares y biocomparables más accesibles, con potencial para reducir costos y ampliar el acceso a terapias innovadoras para enfermedades crónicas y raras.
“Dejarán de ser tratamientos de élite para convertirse en medicamentos asequibles”, agregó.
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