Addyi es un medicamento confeccionado únicamente para el trastorno del deseo sexual hipoactivo (HSDD por sus siglas en inglés) en mujeres premenopáusicas.
Por sus efectos en el libido ha sido denominado popularmente como: «viagra femenino». Este medicamento actúa sobre los neurotransmisores, no sobre el flujo sanguíneo y, por ende, no tiene efectos en la salud cardiovascular como su contraparte masculina.
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Aquí en Sumédico te explicamos todos los detalles concernientes a esta nueva medicina.
¿Cómo funciona esta nueva medicina?
Hace una década, Cindy Eckert, directora ejecutiva de la empresa que fabrica Addyi, luchó por convencer a los escépticos, incluida la FDA (Food and Drug Administration, Administración de Alimentos y Medicamentos en inglés), sobre el medicamento. Addyi es el nombre comercial de la flibanserina, un medicamento aprobado para tratar el trastorno del deseo sexual hipoactivo.
Cindy Eckert es una empresaria estadounidense, reconocida por fundar Sprout Pharmaceuticals. Posteriormente fundó The Pink Ceiling, compañía que invierte en empresas fundadas por mujeres o que ofrecen productos para ellas. Ella es un personaje emblemático de la industria farmacéutica estadounidense.
Los críticos acusaron a la empresa de Eckert de intentar medicalizar los altibajos naturales de la libido femenina. También consideraron que el vestuario rosa de Eckert era un truco para distraer la atención de los debates científicos sobre su producto.
Ahora, gracias a la aprobación de la FDA y a una mayor y continua reconsideración de la atención sanitaria de las mujeres, los críticos se han callado y el negocio está en auge. Este nuevo fármaco ha desatado conversaciones sobre las mujeres, la menopausia y la intimidad.
Esta nueva droga actúa modulando neurotransmisores como serotonina, dopamina y norepinefrina, relacionados con la motivación y el deseo de la intimidad.
Los estudios clínicos muestran que esta nueva droga es capaz de:
- Aumentar ligeramente el número de encuentros satisfactorios.
- Reducir el malestar emocional asociado a la falta de deseo.
Sin embargo, la respuesta varía considerablemente entre pacientes.
Es decir, no es un potenciador inmediato ni garantiza un incremento notable del deseo en todas las mujeres. Los expertos aconsejan una evaluación amplia antes de recurrir a medicamentos, pues el deseo sexual puede verse afectado por estrés crónico, depresión, ansiedad, problemas hormonales y conflictos de pareja
¿Te atreves a probar este nuevo fármaco?
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