Tras el anuncio de la presidenta Claudia Sheinbaum de que la siguiente semana anunciará qué empresas no cumplieron con las entregas de medicamentos y las sanciones, representantes del sector respondieron que el verdadero problema no radica en la falta de cumplimiento, sino en la mala planeación, cuellos de botella logísticos y la falta de coordinación dentro del propio sistema de salud.
José Luis García, presidente de la Asociación Mexicana de Distribución Institucional de Salud, dijo a Sumédico que “ningún proveedor se ha excusado por falta de pago”, y aclaró que la industria cumple con los plazos establecidos, aunque enfrenta múltiples obstáculos que no dependen de los fabricantes.
Te podría interesar
La presidenta Sheinbaum dijo este miércoles que independientemente de que el gobierno federal mantiene adeudos con las farmacéuticas, éstas deben cumplir con la entrega de medicamentos y que si las empresas no podían cumplir con las entregas de fármacos porque había adeudos previos, “pues no hubieran concursado”.
Al respecto, José Luis García dijo que “los retrasos no tienen que ver con los pagos. Las causas reales son los permisos de importación, los problemas de Cofepris para liberar productos, la saturación en los almacenes y los embudos que genera la última milla de distribución. Tiene que ver con un exceso de pedidos”.
García señaló que el gobierno federal impone tiempos estrictos para la entrega- de entre 10 y 14 días- mientras que los pagos, que por ley deberían hacerse en 17 días hábiles, suelen tardar mucho más eso.
“No existe ninguna dependencia que pague en ese plazo. Sin embargo, si tú te retrasas un día en la entrega, sí te sancionan”, acusó.
La industria, dijo, “vive bajo presión constante”. Los proveedores deben cumplir aunque las bases de licitación no consideren las demoras en citas de entrega, permisos o pagos, "las citas son un gran problema, la industria tiene muchos pedidos atorados por la falta de entregas". “Ser proveedor del gobierno es vivir en estrés todos los días”, dijo.
“El error está desde el diseño de la la planeación. Si las investigaciones de mercado y licitaciones se hicieran con tiempo- en julio o septiembre- habría espacio para planear, fabricar e importar con orden", dijo.
Dispositivos médicos: “El 67% del abasto depende del extranjero”
Por su parte, Carlos Salazar Gaytán, presidente de la Asociación Nacional de Proveedores de la Salud (ANAPS), reconoció que existen retrasos, pero los atribuyó a factores estructurales y logísticos, no a incumplimientos deliberados.
Explicó que de las 34 empresas señaladas por el gobierno, al menos 19 pertenecen al sector de dispositivos médicos- no farmacéuticos- y muchas ya tenían el producto listo para entrega, pero enfrentaron obstáculos para las entregas, principalmente.
“En varios casos el material ya estaba en México, pero IMSS-Bienestar no les daba cita para entregar. Los almacenes están colapsados y no tienen espacio para recibir más producto”, dijo.
Salazar dijo que su asociación logró acuerdos con la subsecretaría de Integración del Sector Salud, encabezada por Eduardo Clark, para que las empresas cumplan con sus entregas en un plazo ordinario: 80% en octubre y 100% en noviembre.
“Hubo diálogo y apertura del gobierno. Las empresas ya presentaron su plan de entregas y están cumpliendo”, aseguró.
El líder de ANAPS destacó que el 67% de los dispositivos médicos adjudicados en la compra consolidada son de origen extranjero, lo que implica procesos de importación y fabricación más largos. "Si hablamos de 9,400 empresas, estás hablando de un sector Pyme, no tenemos un sector tan robusto como la industria farmacéutica y son empresas que no cuentan con inventarios que requirió el gobierno federal".
Es así que, es importante que el gobierno diferencie entre el sector farmacéutico y el de dispositivos médicos, pues sus capacidades y tiempos de producción son completamente distintos.
Planeación, raíz del problema
Tanto la industria farmacéutica como la de dispositivos médicos coinciden en que la causa de los retrasos está en la falta de planeación gubernamental y en un modelo centralizado que ralentiza la distribución, y no en una falta de voluntad.
“La última milla- a entrega final a hospitales- es hoy el mayor cuello de botella. Los productos llegan a los almacenes de Huehuetoca, pero de ahí no se distribuyen a tiempo. Esa parte no es responsabilidad de la industria”, apuntó García.
Ambos dirigentes coincidieron en que más allá de los señalamientos públicos, lo urgente es garantizar el acceso oportuno a los tratamientos y materiales que la población necesita. “El fondo no es quién tiene la culpa, sino cómo hacer que los insumos lleguen a tiempo a los hospitales".
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok.