Uno de los retos más persistentes en la limpieza del hogar es el sarro, ese residuo blanquecino o amarillento que se acumula en llaves, duchas, inodoros y otras superficies expuestas al agua. Su origen está en la llamada “agua dura”, es decir, aquella con alta concentración de minerales como calcio y magnesio. Pero no te preocupes, ni vinagre ni bicarbonato, te decimos cómo quitarlo más rápido.
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Ni vinagre ni bicarbonato: Así quitas el sarro de las llaves más rápido
Con el tiempo, los minerales del “agua dura” se adhieren a superficies metálicas o cerámicas, formando depósitos difíciles de remover. Tradicionalmente, el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio han sido los aliados naturales más recomendados para eliminar el sarro.
Sin embargo, su uso no siempre resulta práctico: el vinagre puede tener un olor fuerte y persistente, mientras que el bicarbonato no siempre logra remover los residuos más adheridos. Además, algunas personas prefieren opciones que no involucren estos ingredientes por sensibilidad olfativa o simplemente por explorar soluciones más efectivas, según La Nación.
¿Entonces? Existe una alternativa casera que sí funciona. Una fórmula sencilla, económica y sorprendentemente eficaz para eliminar el sarro que combina ingredientes que probablemente ya tienes en casa: detergente líquido para platos, sal gruesa, agua caliente y, opcionalmente, jugo de limón.
Te decimos por qué y cómo funciona:
- El detergente actúa como desengrasante y ayuda a romper la capa superficial de minerales.
- La sal gruesa actúa como un abrasivo suave que remueve mecánicamente el sarro sin dañar el acabado cromado de los grifos.
- El agua caliente potencia el efecto limpiador.
- El limón aporta ácido cítrico, que ayuda a disolver los minerales, y además deja un aroma fresco y agradable.
Sigue el paso a paso para aplicar en llaves, duchas o inodoros:
- Mezcla en un recipiente: 2 cucharadas de sal gruesa con 1 cucharada de detergente y ½ taza de agua caliente. Si decides usar limón, añade el jugo de medio fruto.
- Aplica la mezcla directamente sobre el área afectada. Puedes usar un cepillo de dientes viejo o una esponja.
- Deja actuar de 10 a 15 minutos. Esto permitirá que los ingredientes penetren y aflojen el sarro.
- Cepilla o frota con movimientos circulares. Presta atención a las uniones o bordes donde se acumula más residuo.
- Enjuaga con agua caliente y seca con un paño suave.
Este método puede aplicarse una o dos veces por semana como mantenimiento preventivo. Así no solo eliminas el sarro, sino que prolongas la vida útil de tus instalaciones sanitarias sin necesidad de productos agresivos ni olores molestos.
En resumen, sí, existen más trucos caseros que vinagre y bicarbonato para deshacerte del sarro. ¿Ya probaste esta mezcla?