La higiene personal es muy importante para prevenir enfermedades y padecimientos, puesto que es la primera línea de defensa del ser humano contra agentes externos como bacterias, hongos o virus. Sin embargo, hay una parte del cuerpo que muchos olvidan lavar y que acumula mucha suciedad.
Además, la higiene personal es la representación del autocuidado físico y mental. Estas acciones no solo previenen infecciones, sino que también mejoran la autoestima de las personas, las relaciones sociales y el bienestar general del individuo.
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En general, uno de los cuidados más importantes en el aseo personal es el de la piel porque es el órgano más grande del cuerpo humano y barrera del organismo contra los agentes del exterior.
Los médicos especialistas en dermatología han hecho múltiples recomendaciones para un mejor ejercicio de la higiene personal, entre ellas explicar las maneras correctas para la limpieza de zonas estratégicas del cuerpo.
¿Qué zona debes lavarte para evitar infecciones?
De acuerdo con el Dr. Roger Kapoor, dermatólogo del hospital de Wisconsin, Estados Unidos; la parte que más se olvidan lavar las personas es detrás de las orejas, zona importante en el cuerpo debido a la cercanía con el canal auditivo y las cavidades oculares.
“Siempre recomiendo a la gente que se lave la piel de detrás de las orejas de forma intencionada y específica para llegar a los pliegues donde la oreja se une a la piel”, declaró el médico para Daily Mail, medio de comunicación británico.
En palabras del experto, las personas rara vez lavan esta parte importante del cuerpo, pero es común que se generen infecciones bacterianas por esa zona debido a los pliegues naturales de la oreja.
Asimismo, la superficie puede llegar a almacenar humedad cuando nos duchamos por lo que las infecciones por hongos también son comunes.
¿Cuáles son los hábitos esenciales de higiene personal?
Entre las recomendaciones emitidas por los médicos para un correcto aseo personal está:
- El uso del jabón antibacterial neutro, sin aromas o esencias.
- El lavado de manos, especialmente antes de comer, después de ir al baño y al llegar a casa.
- Una ducha diaria para eliminar sudor, suciedad y microorganismos que pueden causar infecciones.
- Cepillarse los dientes al menos dos veces al día previene caries, gingivitis y mal aliento.
- Lavar correctamente la zona genital con productos adecuados para evitar infecciones y alterar el pH natural del cuerpo.
- Cambiar de ropa interior y calcetines diariamente para evitar mal olor y hongos.
- Cortar las uñas largas pues acumulan gérmenes que pueden llegar a la boca o alimentos.
- Lavar el cabello con regularidad para evitar caspa, grasa excesiva y parásitos como piojos.
Y tú ¿lavas detrás de las orejas al bañarte? Hacerlo puede hacer una gran diferencia en tu salud, bienestar e higiene.
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