ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Cambiar la forma de comer y producir alimentos puede salvar vidas y el planeta: EAT-Lancet 2025

El informe EAT-Lancet 2025 advierte que los sistemas alimentarios están detrás del colapso ambiental global, pero ofrece rutas concretas: Dieta de Salud Planetaria y agricultura regenerativa, entre otras cosas

comida saludable.Créditos: Canva
Escrito en VIDA SANA el

Los sistemas alimentarios actuales han contribuido a que el planeta rebase 5 de los 9 límites ambientales que aseguran la estabilidad de la Tierra, de acuerdo con el informe EAT-Lancet 2025 sobre sistemas alimentarios saludables, sostenibles y justos; el documento señala que la producción y el consumo de alimentos impulsan la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, el cambio en el uso de suelo, entre otros aspecto, generando riesgos directos para la salud humana y el planeta.

El reporte- que se presentará este 11 de diciembre en la Academia Nacional de Medicina- advierte que el sistema alimentario global genera 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero y continúa presionando los ecosistemas a través de deforestación, uso intensivo del suelo, metano proveniente del ganado y del arroz, y agroquímicos presentes en agua y aire.

El informe destaca que 3,700 millones de personas carecen de acceso a una dieta saludable o a un entorno limpio, mientras que el 30% más rico del planeta genera el 70% de la huella ambiental de los sistemas alimentarios, por lo que esta desigualdad, impide avanzar hacia una transición justa.

Qué propone la Comisión

EAT-Lancet plantea algunas soluciones:

1. Adoptar la Dieta de Salud Planetaria: este patrón alimentario- ricos en vegetales, con ingesta moderada de productos animales- podría reducir 28% el riesgo de muerte prematura, prevenir 15 millones de muertes al año y disminuir la incidencia de diabetes tipo 2, cáncer y enfermedades cardiovasculares.

2. Implementar agricultura sostenible y regenerativa: prácticas como manejo ecológico del suelo, reducción de fertilizantes sintéticos, diversificación de cultivos y protección de ecosistemas permiten disminuir emisiones, restaurar biodiversidad y mejorar productividad.

3. Reducir a la mitad el desperdicio de alimentos: hoy se pierde un tercio de todo lo producido; cortarlo a la mitad reduciría significativamente gases de efecto invernadero y uso de recursos.

4. Detener la conversión de ecosistemas intactos: frenar deforestación y expansión agrícola sobre bosques, humedales y selvas.

5. Impulsar políticas equitativas: garantizar salarios dignos, seguridad laboral, acceso a alimentos nutritivos y participación de pequeños productores, mujeres, pueblos indígenas y comunidades marginadas.

Impacto potencial hacia 2050

De acuerdo con el informe EAT-Lancet 2025, si estas acciones se aplican simultáneamente:

  • Las emisiones del sistema alimentario podrían caer de 7.35 a 2.75 gigatoneladas de CO2.
  • La demanda de tierras agrícolas disminuiría 7%.
  • Se eliminaría el equivalente a todas las plantas de carbón del mundo.
  • La transición podría ser económicamente rentable, con retornos superiores a 5 billones de dólares anuales.

Estos son los nueve límites planetarios

En 2009 se estableció el concepto de límites planetarios, nueve procesos claves para la estabilidad de la Tierra. Cinco de ellos ya se han superado: cambio climático, contaminación química, ciclos de fósforo y nitrógeno, modificación de los usos del suelo y destrucción de la biosfera.

  1. La destrucción de la capa de ozono: La manta de este gas que nos protege de los rayos ultravioleta del sol llegó a estar bajo mínimos. Sin ella, esta radiación, capaz de dañar moléculas como el ADN, pondría en jaque la vida en la Tierra. 
  2. El cambio climático: El clima de la Tierra está marcado por la energía que el planeta recibe del sol, los gases de efecto invernadero se encargan de atrapar una pequeña parte de este calor para hacer posible la vida en la superficie y en los océanos. Si se supera las 350 partes por millón de CO2 en la atmósfera, el calentamiento se dispara y la relativa estabilidad climática queda comprometida. .
  3. La destrucción de la biosfera: Más de un millón de especies están en peligro de extinción. El límite de la biosfera es uno de los que todavía no están bien cuantificados, pero según los investigadores del centro de Estocolmo, todo parece indicar que ya se han rebasado.
  4. La contaminación química: La concentración de sustancias con efectos tóxicos no ha dejado de aumentar desde mediados del siglo XX. Desde metales pesados e hidrocarburos hasta micro y nanoplásticos, todo tipo de sustancias de origen humano se acumulan hoy en cualquier rincón del planeta.
  5. La acidificación de los océanos: Hasta ahora, los océanos nos han ayudado a ralentizar el cambio climático antropogénico.
  6. Los ciclos del fósforo y el nitrógeno: Además del carbono y el oxígeno, existen otros dos elementos muy importantes para la vida terrestre: el nitrógeno y el fósforo.
  7. El consumo de agua dulce: La demanda de agua dulce para usos humanos no deja de crecer, por lo que los investigadores señalan que la presión humana es el elemento que más altera el ciclo hidrológico en la actualidad.
  8. Los cambios en el uso del suelo: Junto al consumo de agua y la extracción del nitrógeno atmosférico para convertirlo en fertilizante, existe otro gran proceso relacionado con la producción de alimentos: los cambios en el uso del suelo. En la actualidad, la mitad de la superficie terrestre habitable (dejando a un lado glaciares y desiertos, por ejemplo) está dedicada a usos agrícolas.
  9. Los aerosoles atmosféricos: La contaminación de origen humano contribuye en gran medida a la presencia de estos aerosoles en la atmósfera.

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