Millones de mexicanos se han enfermado de diabetes y hoy enfrentan daños graves, como enfermedad renal crónica, en un contexto en donde prevalace el consumo elevado y constante de bebidas azucaradas.
De acuerdo con El Poder del Consumidor, México es uno de los mayores consumidores de bebidas azucaradas en el mundo, con un promedio de 166 litros por persona al año. Este patrón de consumo está directamente relacionado con los altos niveles personas con diabetes que atraviesa el país; tan solo en 2024 se registraron 112,641 muertes por diabetes mellitus, la segunda causa de muerte a nivel nacional.
La organización refiere un estudio publicado en Nature Medicine que estimó que en México el 30% de los casos nuevos de diabetes tipo 2 (169,425 casos) y el 14.9% de las muertes por esta enfermedad son atribuibles a estas bebidas.
Pero otra verdad que duele es que la diabetes no se presenta de forma aislada, pues con el paso del tiempo, los niveles elevados de glucosa en sangre dañan órganos vitales y uno de los más afectados son los riñones.
Académicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierten que casi 12% de la población mexicana- unos 13 millones de personas- padece enfermedad renal crónica, aunque la cifra podría ser mayor debido a que la enfermedad suele avanzar sin síntomas en etapas tempranas.
La doctora Norma Araceli Bobadilla Sandoval, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, explica que el daño renal se detecta cuando ya hay alteraciones en la creatinina en sangre o presencia anormal de proteínas en la orina y en muchos casos, el origen está en la diabetes mal controlada. Por su parte, la doctora Elizabeth Hernández Castro, de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, señala que la llamada nefropatía diabética es una de las causas más frecuentes de insuficiencia renal, junto con la hipertensión arterial, otra enfermedad silenciosa.
Cuando el daño renal avanza, las personas pueden requerir diálisis, hemodiálisis o un trasplante, tratamientos que prolongan la vida, pero que implican un impacto importante en la calidad de vida de los pacientes y en el sistema de salud, por los altos costos que se derivan de los tratamientos.
Al respecto, la doctora Marisol Torres Toledano, jefa de Medicina Interna del IMSS, destaca que la alta prevalencia de obesidad, diabetes e hipertensión en México hace que estas enfermedades se detecten tarde. Culturalmente tenemos un problema muy complejo, incluso esto dificulta la prevención desde edades tempranas”.
Bebidas azucaradas= enfermedades crónicas
Algo que todavía dificulta más el tratamiento de esta condición es que la enfermedad renal crónica representa un alto costo económico. Torres Toledano explica que los tratamientos son prolongados, muy caros y afectan la productividad, ya que muchos pacientes se encuentran en edad económicamente activa; a esto se suma la baja tasa de trasplantes en el país, debido a limitaciones culturales y operativas en la donación de órganos.
Investigaciones citadas por El Poder del Consumidor y el Instituto Nacional de Salud Pública indican que el consumo elevado de bebidas azucaradas ha contribuido de forma significativa al aumento de la diabetes tipo 2, que se duplicó en las últimas décadas y lamentablemente en ese mismo periodo también se duplicaron los casos de enfermedades cardiovasculares asociadas a dietas altas en azúcares.
Las académicas de la UNAM coinciden en que el control de la glucosa, una alimentación adecuada, un buen manejo de la presión arterial, actividad física y detección temprana pueden reducir el riesgo de daño renal; así como beber agua simple, evitar la automedicación y realizar estudios médicos periódicos son medidas básicas, pero fundamentales.
La diabetes y la enfermedad renal crónica no son problemas aislados ni inevitables y en muchos casos son el resultado de hábitos de consumo arraigados, de entornos que favorecieron el acceso constante a bebidas azucaradas y de enfermedades que avanzan en silencio, pero que de atenderse a temprana etapa, la calidad de vida de las personas puede mejorar sustancialmente.
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