Los bebés, especialmente los recién nacidos, son más sensibles a los cambios de temperatura debido a que aún no regulan bien su calor corporal. Por ello, descubre cómo mantener a tu bebé abrigado correctamente durante el frío sin caer en excesos que puedan poner en riesgo su salud.
El nacimiento de un bebé marca el inicio de una etapa que requiere atención constante, paciencia y conocimientos básicos para garantizar su bienestar por parte de los nuevos padres de familia. Durante los primeros meses, los bebés son especialmente vulnerables y dependen completamente de los adultos para cubrir todas sus necesidades físicas y emocionales.
Nadie nace conociendo cómo cuidar a un bebé, pero aquí te contamos un par de consejos que hemos aprendido con los especialistas de salud.
¿Cómo abrigar a un bebé para evitar enfermedades?
Una regla de oro es: vestir al bebé con una capa más de ropa que la que tú llevas. Si tú llevas suéter y chamarra, el bebé puede llevar body, pijama térmica, suéter y manta. Las manos y los pies pierden calor con rapidez debido a que son extremidades. Usa gorritos, guantes y calcetines, sobre todo cuando salgas al exterior. Los gorros deben ser de algodón y sin cintas para evitar cualquier riesgo potencial de asfixia.
Otros consejos básicos son:
- Evitar el exceso de ropa porque puede causar sudoración y aumentar el riesgo de sarpullido por calor, con pequeñas rochas.
- Si el bebé está sudado, caliente al tacto o irritable, puede ser señal de que está demasiado abrigado.
- Siempre monitorear su comodidad en todo momento.
- La Asociación Española de Pediatría (AEP) precisa que la temperatura en una estancia para bebés normalmente deberías oscilar entre los 20 y los 22 grados centígrados, por lo que deberías cuidar la temperatura del descanso del bebé, en concreto la estancia de su cuna.
- Optar por capas es la mejor opción, varias prendas ligeras (body, pijama, suéter) son más adecuadas que una sola muy gruesa (chamarras o buzos). Así puedes adaptar el outfit fácilmente según el ambiente.
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Usar ropa interior térmica o confeccionada con algodón, que sea cálida pero transpirable. Procurar evitar telas sintéticas que pueden irritar la piel sensible del bebé.
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En paseos, utilizar cobertores ligeros o un saco térmico para carriola.
Recuerda, los padres pueden tocarle la nuca, el cuello, las piernas o los brazos al bebé. Dichas partes ofrecen mejor referencia que las manos o los pies, debido a la circulación del torrente sanguíneo.
Es recomendable el uso de los siguientes productos para el lecho del bebé:
- Mantas térmicas.
- Lámparas de calor.
- Calentadores de habitación.
- Ventiladores.
MedlinePlus, portal de salud estadounidense, resalta la importancia de colocar siempre al bebé boca arriba y en una cuna segura para evitar posibles riesgos por muerte de cuna.
En otras palabras, abrigar a tu bebé requiere equilibrio y de atención a los detalles, adaptar la ropa según el clima y la actividad que estén realizando en familia.
¿Estás listo para poner estos consejos en práctica?
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