PANTALLAS

El tiempo frente a pantallas que favorece el mal comportamiento en menores

Una preocupación importante del tiempo de pantalla en los niños son sus posibles riesgos físicos, emocionales y sociales

Las pantallas pueden ser nocivas en el desarrollo de un infante
Las pantallas pueden ser nocivas en el desarrollo de un infanteCréditos: Canva
Escrito en SOY MAMÁ el

El uso excesivo de pantallas en niños (tabletas, celulares, videojuegos, televisión, entre otros dispositivos) se ha convertido en una preocupación importante por sus posibles riesgos físicos, emocionales, sociales y cognitivos.

El uso de los dispositivos requiere regulación / Pexels

La sobreexposición puede afectar el desarrollo del lenguaje, atención y concentración en tareas específicas, habilidades sociales en la interacción, memoria y aprendizaje.

Los niños pequeños necesitan más experiencias reales como el juego físico y la interacción humana para un desarrollo cerebral sano.

¿Por qué debo restringir el uso de pantallas a los menores?

Según un artículo publicado en Psychological Bulletin, una revista de la Asociación Estadounidense de Psicología, cuanto más tiempo pasaban los niños mirando una pantalla, más probable era que sus acciones y sentimientos no cumplieran con las expectativas para su etapa de desarrollo, según un metanálisis de 117 estudios de niños menores de 10 años de edad.

Cuanto más tiempo pasaran los pequeños frente a las pantallas, surgían efectos como ansiedad, depresión, hiperactividad y agresividad.  

Se demostró que surgieron problemas de comportamiento cuando los niños menores de 2 años tenían cualquier tiempo frente a una pantalla (excepto las videollamadas), cuando los niños de 2 a 5 años pasaban más de una hora al día frente a una pantalla y cuando los niños mayores tenían más de 2 horas por día frente a una pantalla. 

Los adultos a menudo les dan pantallas a los niños para ayudarlos a calmarse, especialmente durante el horario de trabajo o en otras situaciones en las que los niños necesitan estar en silencio, pero lejos de ayudarles, podríamos empeorar el mal comportamiento. 

La investigación demostró que los niños que dedican mucho tiempo a las pantallas, especialmente en los videojuegos, corren un riesgo especial, mientras que los niños de 6 a 10 años son más propensos a desarrollar problemas socioemocionales que los niños de 5 años o menos. 

Algunos niños que presentaban problemas de comportamiento tendían a recurrir aún más a las pantallas para afrontarlos, lo que generaba un ciclo que agravaba la situación porque las dificultades emocionales solo se enmascaran en lugar de abordarse.  

“Si notas que tu hijo recurre a las pantallas con más frecuencia cuando está molesto o retraído, quizás sea hora de evaluar su estado emocional”, aconsejó en un artículo de CNN Roberta Pires Vasconcellos, profesor asociado de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, Australia.

Otras consecuencias del exceso de pantallas en menores

Además, el menor de edad es más propenso a la fatiga ocular, visión borrosa, sequedad en los ojos (síndrome de visión digital) y un posible riesgo de miopía precoz. La luz azul de las pantallas de nuestros dispositivos puede alterar el ciclo natural del sueño en los menores. 

Otra dificultad es el sedentarismo,y con ello mayores posibilidades de sobrepeso y obesidad, en combinación con ciertos periodos de malas posturas prolongadas.

Asimismo, las apps y videojuegos digitales están diseñados para ser altamente atractivos y adictivos y generar en el usuario dependencia emocional, ansiedad o irritabilidad al no usar el dispositivo y pérdida de interés por otras actividades. Incluso la Organización Mundial de la Salud califica esta adicción como un trastorno mental


“Los estudios sugieren que el trastorno por juego afecta solo a una pequeña proporción de personas que participan en actividades de videojuegos o digitales. Sin embargo, quienes juegan deben estar atentos al tiempo que dedican a estas actividades, especialmente cuando excluyen otras actividades cotidianas, así como a cualquier cambio en su salud física o psicológica y en su funcionamiento social que pueda atribuirse a su patrón de comportamiento”, señaló la OMS en su sitio web.

Las pantallas no son “malas” en sí mismas, pero el abuso o mal manejo puede tener efectos serios en el desarrollo de los niños. Lo importante es el equilibrio, la supervisión y el uso consciente.

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