¿Una michelada para el calor? Se trata de una bebida deliciosa y muy refrescante que es la favorita de muchos para acompañar una botana o simplemente para disfrutar un momento de relajación. Aunque son irresistibles, debemos tener cuidados, pues algunos de sus ingredientes pueden ponernos en riesgo de presión alta, entre otras complicaciones.
Las micheladas son una mezcla refrescante de cerveza con limón, salsas y condimentos que pueden variar dependiendo de la región, aunque en general son muy populares en México y otros países de América Latina.
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Se consumen como bebida recreativa, especialmente en clima cálido o acompañando comidas. Pero, ¿qué tan saludables son realmente si las consumimos con frecuencia? ¿Cuántas calorías aportan? ¿Cuáles son sus riesgos y beneficios?
La respuesta, según expertos en nutrición y salud pública, depende de su preparación, cantidad y frecuencia de consumo. Toma nota de lo que aportan y sus efectos en el cuerpo.
¿Qué ingredientes tienen las micheladas?
Existen muchas variaciones, pero en general una michelada clásica suele incluir ingredientes como:
- Cerveza (350 ml)
- Jugo de limón
- Salsas negras
- Salsa picante
- Sal y chile en polvo
- Chamoy
- A veces jugo de tomate o clamato
Este conjunto de ingredientes es deliciosos para muchos, pero convierte a la michelada en una bebida muy alta en sodio, moderadamente calórica y con bajo valor nutricional.
La cerveza contiene flavonoides y vitaminas del grupo B, pero en cantidades mínimas. Por su parte el limón aporta vitamina C y ácido cítrico, que favorece la digestión, aunque solo si se consume de forma moderada y las micheledas suelen llevar un exceso de jugo.
¿Cuántas calorías tiene una michelada?
Dependiendo de sus ingredientes y la cantidad de cerveza que se consuma, una michelada puede aportar entre 180 y 300 calorías.
- Cerveza regular (355 ml): 150-200 kcal
- Clamato (120 ml): 25-40 kcal
- Salsas, limón y chile: 10-30 kcal combinados
Esto representa una cantidad significativa, especialmente si se acompaña con alimentos calóricos como botanas fritas o carnes. Si se agregan ingredientes adicionales como azúcar, chamoy industrial, o más cerveza, las calorías suben.
¿Las micheladas tienen un aporte nutricional?
La Harvard T.H. Chan School of Public Health señala que las bebidas alcohólicas, como la cerveza, deben consumirse con moderación, ya que tienen una densidad calórica alta y bajo aporte nutricional.
Como lo mencionamos, el limón puede aportar algo de vitamina C y la cerveza puede contener pequeñas cantidades de antioxidantes, sin embargo, su contenido de alcohol y sodio suele contrarrestar estos posibles beneficios.
Además, en general la michelada es una bebida muy alta en sodio que, según MedlinePlus, puede aumentar la presión arterial y elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, especialmente si ya tenemos padecimientos como hipertensión, diabetes, sobrepeso y obesidad.
Tomar de vez en cuando una michelada no te causará daño, pero si el consumo es frecuente, es posible que desarrolles consecuencias negativas en tu salud, como:
- Alta ingesta de sodio debido a las salsas y el clamato que contienen grandes cantidades de sal.
- Daños en órganos como hígado y corazón, por el consumo excesivo de cerveza. También puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
- Incremento de peso gracias al aporte calórico y la costumbre de acompañarlas con snacks grasos, lo que fomenta el sobrepeso.
- Deshidratación, pues aunque parezca refrescante, en realidad el alcohol deshidrata.
Disfruta una michelada en ocasiones especiales, modera su consumo y evita los acompañamientos muy altos en sodio o azúcares. Recuerda que la clave de una alimentación saludable es mantener un balance.
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