FRUTA

¿Colesterol alto y pérdida muscular? Esta fruta podría ser la clave

Esta fruta común que tal vez ya tienes en tu frutero, podría ser la clave y esconder un superpoder inesperado

El consumo de uvas también modifica la expresión génica en el tejido muscular.
Fruta.El consumo de uvas también modifica la expresión génica en el tejido muscular. Créditos: Canva
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¿Colesterol alto y pérdida muscular? Esta fruta común que tal vez ya tienes en tu frutero, podría ser la clave y esconder un superpoder inesperado: mejorar tu salud cardiovascular y muscular al mismo tiempo. 

¿Colesterol alto y pérdida muscular? Esta fruta podría ser la clave

Investigaciones recientes aseguran que el consumo regular de uvas no solo reduce el colesterol “malo” (LDL), sino que también impacta favorablemente en la salud muscular, incluso a nivel genético, según 20 minutos.

Según un estudio publicado por la Universidad de California en la revista Nutrients, los científicos descubrieron que consumir 10 gramos diarios de uvas puede ayudar a disminuir los niveles de colesterol LDL. Además, se observó un aumento significativo en la diversidad de bacterias intestinales, un marcador clave para la salud metabólica y general.

Pero los beneficios no terminan ahí. Una nueva investigación de la Western New England University, publicada en Foods, reveló que el consumo de uvas también modifica la expresión génica en el tejido muscular. En concreto, aumenta la activación de genes relacionados con la masa muscular magra, mientras que reduce la de aquellos asociados con la degeneración muscular. ¿La traducción? Una posible ayuda natural contra la sarcopenia, esa pérdida progresiva de masa muscular que acompaña al envejecimiento.

Las uvas, compuestas en un 80% por agua, están repletas de fitonutrientes. Las rojas destacan por su contenido en antocianinas y resveratrol, dos compuestos con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e incluso anticancerígenas. Las verdes, por su parte, contienen quercetina, otro potente antioxidante. A todo esto se suman fibra, vitaminas C y K, y minerales esenciales como potasio, hierro, magnesio y fósforo.

El consumo de uvas también modifica la expresión génica en el tejido muscular. Crédito: Canva.

Más allá del colesterol, esta fruta ayuda a mantener el equilibrio glucémico, regular el tránsito intestinal y controlar la presión arterial. Pero el hallazgo más prometedor reside en su potencial nutrigenómico: el estudio reciente sugiere que las uvas no solo nutren, sino que pueden influir directamente en la forma en que nuestros genes se expresan, especialmente aquellos relacionados con la salud muscular y la gestión de grasas.

Esto no quiere decir que comer uvas reemplaza al ejercicio, sino que los investigadores apuntan a un enfoque complementario: la dieta rica en uvas podría potenciar los efectos del ejercicio físico, sobre todo en personas mayores o con condiciones que dificulten el entrenamiento regular.

En resumen, a medida que la ciencia avanza, esta fruta sencilla, deliciosa y accesible se perfila como una poderosa aliada en la lucha contra el colesterol alto y la pérdida muscular. ¿Te gustan las uvas?