El método para limpiar que solo usan las personas con inteligencia emocional

¿Sabías que la organización de tus espacios puede influir directamente en tu bienestar emocional? Un entorno desordenado va más allá de cómo se ve tu hogar: tiene un impacto en tus emociones, puede generarte estrés y dificultar tu día a día. Pero no todo son malas noticias: te presentamos el método bola de nieve, que puede ayudarte paso a paso a transformar el caos en tranquilidad.

Esta es la técnica favorita de quienes han descubierto que el orden va más allá de lo estético: así como con el método del puttering, se trata de inteligencia emocional. La bola de nieve fomenta la claridad mental, la paciencia y la autodisciplina. 

¿En qué consiste el método bola de nieve?

Este método imita al mismo utilizado para liquidar deudas en el ámbito financiero: consiste en saldar la menor de las deudas lo más rápido posible. Después se toma el dinero que estaba destinado a ese pago y se transfiere a la siguiente deuda más pequeña, así hasta que se saldan todas las deudas. 

Esto también puede aplicarse a la hora de ordenar los espacios. Puedes empezar con el desorden o los objetos que son más sencillos de lidiar con ellos o que no requieren pensar demasiado o tomar decisiones sobre conservarlos o no (como lo que es simplemente basura). Después, como parte del efecto bola de nieve, esto te irá llevando a otros objetos más complejos o con mayor valor sentimental.

La inteligencia emocional y el método bola de nieve

De acuerdo con Apartment Therapy, este método no se trata solo de deshacerse de las cosas, también implica tomar conciencia de las razones por las que decidimos deshacernos de ellas. Y, después de eso, podemos usar esa misma razón para eliminar otras que cumplan con los mismos criterios. 

“Cuando decidas deshacerte de algo que ya no necesitas, pregúntate: “¿Qué tiene este objeto que me hace sentir que debo deshacerme de él?”, aconseja Shifrah Combiths. Después, la tarea consistirá en encontrar otros objetos similares.

Si descubres que tienes una camiseta de rayas que solía gustarte, por ejemplo, pero que no has usado en más de dos años, pregúntate qué es lo que ya no te gusta de ella. Quizá te gustaba el corte, pero descubriste que las rayas ya no son lo tuyo. Eso te llevará, por eliminación, a buscar otras prendas de rayas que ocupan espacio en tu clóset y quizá sea hora de dejarlas ir.

El verdadero poder de este método no se encuentra solamente en los espacios que logras ordenar y despejar, sino también en cómo este proceso transforma tu forma de pensar y sentir. ¡Comienza este año con calma y claridad en tu hogar!

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