¿Has sentido falta de aire, fatiga o dolor en el pecho? Cuidado, estos síntomas se relacionan con enfermedad cardiovascular que, aunque es muy frecuente y se consideran la principal causa de muerte en México, no recibe la importancia adecuada en la población.
En entrevista con SuMédico, el Dr. Enrique Berríos Bárcenas, jefe del departamento de Consulta Externa y coordinador de la Clínica de Miocardiopatías y Aorta del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, alerta que es común que las enfermedades cardiacas se detecten en etapas avanzadas o cuando ya hay una complicación grave, como un infarto.
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Las estadísticas nacionales apuntan a que, en Médico, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte tanto en hombres como en mujeres. Según el INEGI, de enero a septiembre de 2024, se registraron 610,404 defunciones por esta causa.
Del total de defunciones registradas de forma preliminar, 44.1 % correspondió a mujeres y 55.8 %, a hombres. En general, se observó un incremento de 14, 254 muertes respecto a las registradas en forma definitiva en el mismo periodo de 2023.
“En la actualidad esa estadística se debe principalmente a factores relacionados con los hábitos de vida que tenemos, así como al envejecimiento de la población”.
Factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular
Según el especialista debido a que antes la expectativa de vida era menor, las personas morían antes de llegar a una edad en que se pudiera desarrollar una enfermedad cardiovascular, pero ahora, como cada vez más personas llegar a una edad avanzada, son más los casos de estas enfermedades.
“Si a esto le sumamos hábitos como la obesidad, el sedentarismo, el tabaco o el desarrollo de hipertensión arterial y diabetes, contribuye a que tengamos más enfermedades cardiovasculares en México por la alta prevalencia de un estilo de vida poco saludable”, destaca.
Pero el principal reto en las enfermedades cardiovasculares es el diagnóstico temprano y es que actualmente a muchos pacientes se les detecta un problema del corazón cuando ya hay una complicación grave, como un infarto o un evento cerebrovascular.
“Muy probablemente ya existía una enfermedad cardiovascular años antes que no se detectó, lo que pudo prevenir un desenlace fatal”.
Enfermedad que transmite una chinche daña el corazón
El interés por la medicina del doctor Berríos surgió de la apreciación por médicos que lo atendieron en la infancia y en la juventud, ya que según relata, lo marcaron y le hicieron ver que esa forma de vida la quería tener también.
“Siempre tuve claro que quería ser médico y dedicarme a esto”, afirma.
Cuando ya estaba en la carrera, los cardiólogos fueron los que más lo impresionaron y fue cuando decidió que quería dedicarse por completo a las enfermedades cardiovasculares.
En su trayectoria, le ha tocado vivir distintas experiencias atendiendo a sus pacientes, pero una de las que más lo marcó fue la historia de un paciente en Oaxaca con enfermedad de Chagas, un padecimiento que puede dañar el corazón.
El parásito causante de esta enfermedad lo transmite la llamada chinche besucuna y puede desarrollarse manera silenciosa pero muy peligrosa.
“Recuerdo a un paciente que durante una jornada educativa que dimos en Oaxaca sobre este tema, se acercó al grupo de médicos que íbamos para que le hiciéramos una valoración rápida porque no se había estado sintiendo bien”
Al escuchar su historia, descubrieron que el paciente llevaba al menos dos años sin una buena calidad de vida ni la posibilidad de hacer sus actividades cotidianas debido a las molestias. Además, su pareja y su hija habían fallecido de manera súbita sin saber la causa.
Se le dio tratamiento para la insuficiencia cardiaca y eso mejoró notablemente su calidad de vida, pudiendo volver a trabajar en la agricultura como normalmente lo hacía.
“Y todo comenzó con una plática informativa que él decidió escuchar sobre la enfermedad de Chagas y eso sucede frecuentemente con este tipo de padecimientos, que se busca atención hasta conocer más al respecto, por eso sabemos que la educación en estos temas puede cambiar la vida”, detalla el especialista.
Un diagnóstico temprano puede hacer toda la diferencia
El doctor Berríos menciona que un diagnóstico temprano es fundamental y para ello se necesita que todas las personas se sensibilicen sobre las enfermedades cardiovasculares, que se conozcan las señales de alerta y que acudan a valoraciones periódicas del corazón, incluso si no hay molestias.
Además, hacer cambios en el estilo de vida es un punto clave, pues actualmente la mayoría de los mexicanos no hacen ejercicio ni llevan una alimentación adecuada, a pesar de conocer los riesgos que eso conlleva.
Otro reto es el acceso a una atención especializada, algo que actualmente no es posible para todos los pacientes en los sistemas públicos a lo largo del país.
“Puede pasar mucho tiempo para que se tenga el acceso a este tipo de atención, así como a un tratamiento adecuado, porque muchas veces se requiere de centros especializados o de procedimientos costosos para los sistemas de salud y los pacientes”, lamenta el cardiólogo.
Síntomas de una enfermedad cardiovascular y cómo prevenir
Evitar las enfermedades cardiovasculares actualmente es posible y para ello se deben hacer ajustes en el estilo de vida, principalmente:
- Evitar fumar o dejar de hacerlo lo más pronto posible
- Tener un peso saludable
- Llevar una alimentación balanceada rica en frutas, verduras, cereales integrales y carnes magras
“Aunque parece fácil no lo es, a la mayoría de las personas les cuesta mucho cambiar sus hábitos”, menciona el doctor Berríos.
También es fundamental hacerse un chequeo médico al menos una vez al año a partir de los 40, donde se mida la presión arterial, los niveles de glucosa y de colesterol.
Se debe acudir de inmediato a una valoración médica si ya se tiene una molestia relacionada con las enfermedades cardiovasculares, como:
- Falta de aire al hacer las actividades cotidianas
- Dolor o molestias en el pecho
- Pérdida de la conciencia o desmayos sin causa aparente
“Podría tratarse de un problema vascular o no, pero siempre debe atenderlo un profesional de la salud”, recalca.
La edad aumenta el riesgo de una enfermedad cardiovascular
A partir de los 40, prácticamente todas las personas tienen un riesgo mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares, aunque se ha visto que suelen aparecer antes en los hombres que en las mujeres.
“En las mujeres pueden tardar un poco más en desarrollarse por la protección que ofrecen los estrógenos en la edad reproductiva, pero a partir de la postmenopausia hay un mayor riesgo, sobre todo si hubo complicaciones en alguno de sus embarazos como presión alta, diabetes gestacional, parto prematuro o pérdida gestacional”, enfatiza el doctor Berríos.
Cualquier complicación del embarazo pone en mayor riesgo a las mujeres de desarrollar problemas cardiovasculares a largo plazo, así que con mayor razón deben hacer su valoración a partir de los 40, siempre y cuando no tengan molestias.
“Si tienes síntomas, acude a una consulta lo más pronto posible, independientemente de tu edad”, subraya el experto.
Los tratamientos están disponibles, pero siempre hay que prevenir
Afortunadamente, la mayoría de las enfermedades cardiovasculares tiene opciones terapéuticas actualmente que pueden mejorar la calidad de vida y aumentar los años de vida de los pacientes.
Tanto los sistemas públicos como privados de salud a nivel nacional tienen estas opciones de tratamientos, que pueden ir desde algunos cambios en el estilo de vida, hasta rehabilitación física, medicamentos, dispositivos como marcapasos o cirugías cardiacas, incluyendo el trasplante de corazón.
“Lo importante es que se diagnostiquen en una etapa temprana y que se tenga acceso a los tratamientos dependiendo del tipo de enfermedad que se presente”.
Finalmente, el doctor Berríos destaca que no podemos olvidar que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en México, causando un impacto social, familiar y económico muy fuerte, por lo tanto, prevenir es fundamental.
“La prevención comienza en casa, con hábitos adecuados de alimentación, actividad física, evitar el tabaco y buscar un chequeo de valoración a partir de los 40 si no se tienen síntomas o antes si se presenta alguna molestia”, puntualiza.
Además, señala que debemos seguir educándonos en salud y tratar de fomentar hábitos saludables en toda nuestra familia. Si no se puede prevenir y ya se tiene la enfermedad, hay que buscar un diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado, siguiendo todas las recomendaciones del especialista.