DÍA MUNDIAL SIN TABACO

'Fumaba hasta dos cajetillas al día y a los 61 años me diagnosticaron EPOC'

La Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos revela que en México 14.3 millones de personas de 15 años o más fuman; esta adicción puede causar graves ennfermedades como el EPOC, que Conchita padece tras ser fumadora

La EPOC es una enfermedad crónica, es decir, no se cura pero se puede controlar.
La EPOC es una enfermedad crónica, es decir, no se cura pero se puede controlar. Créditos: Canva/ Cortesía
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Desde los 15 años, Conchita empezó a fumar y su adicción fue creciendo poco a poco, al punto de consumir entre una y dos cajetillas al día. El tabaquismo no fue algo raro para ella, ya que en su familia prácticamente todos fumaban excepto por su madre, lo que hizo que fumara por más de 45 años. 

En la familia de Conchita era muy normal ser fumador. 

Su padre falleció por complicaciones de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y su hermana, por cáncer de pulmón.

A los 61 años, Conchita fue diagnosticada también con EPOC como su padre y en entrevista con SuMéico afirma que es una enfermedad con la que se vive “ahogándote poco a poco”, sin embargo, admite que no se le deja de antojar el cigarro y que dejarlo, fue uno de los procesos más difíciles de su vida. 

“Cuando voy caminando en la calle y huelo a alguien fumando, me encanta el olor, no me acerco, pero creo que mi adicción fue tan fuerte que mis conexiones neuronales recuerdan el cigarro y los lugares donde fumaba”, menciona. 

Cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, una fecha que la Asamblea Mundial de la Salud instituyó para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales.

Fumar mata a 8 millones de personas en el mundo

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de tabaco es la principal causa evitable de muerte a nivel mundial y es actualmente responsable de la muerte de uno de cada 10 adultos en todo el mundo. Se estima que fumar mata en promedio a más de 8 millones de personas cada año, de las cuales 1.3 millones se atribuyen al humo de segunda mano.

La edad en que se empieza a fumar suele ser muy temprana y la OMS registra que al menos 37 millones de infantes de entre 13 y 15 años consumen tabaco en todo el mundo. Los cigarros electrónicos o vapeadores han sido un factor para incrementar la tasa de consumo en jóvenes. 

Por su parte, la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos (GATS) de 2023 revela que en México la prevalencia de consumo actual de tabaco es de 15.3%, que representa 14.3 millones de personas de 15 años o más.

En total, 6.6% de los adultos en México fuma tabaco todos los días, de los cuales 3.0% son mujeres y 10.5% hombres. El 8.7% fuma tabaco ocasionalmente. 

Cada cigarro contiene cerca de 7 mil sustancias químicas. 

Dejar de fumar no es nada fácil “me causó depresión”

Para Conchita, dejar de fumar después de 45 años y teniendo un diagnóstico de EPOC fue un paso fundamental en su tratamiento, sin embargo, asegura que no fue nada fácil, pues ella acostumbraba a fumar hasta dos cajetillas todos los días. 

Incluso afirma que renunciar a este vicio le causó depresión y es que desde su perspectiva “dejar de fumar es un luto, es como perder un amante”.

Su enfermedad comenzó cuando presentó infecciones repetidas de bronquios, cuadros gripales que le causaban mucha tos y flemas, además de falta de aire. Acudió al médico, pero debido a la gravedad de sus síntomas la canalizaron al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), donde tuvo que seguir un curso para dejar de fumar, ya que su adicción era muy fuerte. 

Después de realizarle varias pruebas, recibió el diagnóstico de EPOC y la recomendación de los expertos fue que tenía que dejar de fumar inmediatamente, sin embargo, Conchita menciona que posponía el curso y seguía fumando a escondidas.

Desesperada, su hija decidió pagarle el curso para dejar de fumar y Conchita asegura que eso fue clave para que al fin diera el paso y renunciara a ese vicio. “El apoyo de mi familia fue esencial, mi hija me dijo que todos estaban muy preocupados y que ella me pagaría el curso para que cada que quisiera prender un cigarro, pensara en que estaría quemando su dinero y su tranquilidad”. 

Dejar de fumar no es fácil, la nicotina es muy adictiva. 

Conchita recibió una terapia muy completa en el INER, con el apoyo de profesionales en adicciones, neumólogos, cardiólogos, medicamentos para dejar de fumar y el apoyo de otras personas que, como ella, luchaban contra el nocivo hábito del tabaquismo. 

“Aunque no volví a fumar gracias a todo el apoyo que recibí, mi enfermedad ha ido progresando”, asegura.

Desde que tiene EPOC las gripas no son lo mismo para ella, pues asegura que lo que antes eran unos días de “moquitos” y malestar, ahora implica que sus pulmones prácticamente colapsen y que se atrase todo el avance que tenía. 

La contaminación y altitud en Ciudad de México también empeora sus molestias y para sentirse mejor tiene que vivir por temporadas a nivel del mar.

¿Por qué el cigarro es tan adictivo?

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas en Estados Unidos (NIH) menciona que una adicción es la búsqueda compulsiva de una sustancia, como el alcohol, las drogas y la nicotina, presente en el cigarro. 

Según el sistema de vigilancia epidemiológica de las adicciones en México, el tabaco ocupa el segundo lugar en sustancias que dan inicio a las adicciones, esto debido a la nicotina, que afecta el sistema nervioso central, libera endorfinas y genera un breve sensación de euforia.

“La exposición repetida altera la sensibilidad de estos circuitos a la dopamina e induce cambios en otros circuitos del cerebro vinculados al aprendizaje, al estrés y al autocontrol”,  explican los NIH.

Además, un artículo de Ciencia UNAM detalla que la nicotina activa el circuito de recompensa que libera dopamina en solo 10 segundos, lo que hace que la persona quiera más y más. La nicotina tiene un efecto intenso pero muy corto, desaparece en cuestión de horas o menos y la persona quiere otro cigarro.

El cigarro causa una sensación placentera pero dura poco.

Dejar de fumar se vuelve todo un reto porque la persona desarrolla síndrome de abstinencia, el cual genera:

  • Fuerte ansiedad 
  • Depresión 
  • Falta de concentración
  • Irritabilidad 
  • Fatiga
  • Sudoración 
  • Temblores  
  • Náuseas y/o vómitos 
  • Dolores de cabeza
  • Aumento de apetito

Estos síntomas pueden comenzar a las pocas horas de fumar el último cigarrillo y pueden ser tan fuertes, que impulsan a la persona a fumar inmediatamente. 

Debido a lo intensa que puede ser esta adicción, se necesita de apoyo profesional para lidiar con las molestias, especialmente en los casos donde persistan por varias semanas o impidan realizar las actividades cotidianas.

Aunque casi la mitad de las personas que quieren dejar de fumar (42.3%) reciben algún consejo breve por parte de un profesional de la salud, solo el 9.6% recibe una orientación adecuada para abandonar este vicio.

Un cigarro tiene más de 7 mil sustancias y cerca de 100 son dañinas 

Al fumar, una persona se expone a más de 7 mil sustancias químicas, de la cuales aproximadamente 100 son dañinas para la salud. Algunas son amoniaco, propano, metano, acetona, cianuro de hidrógeno y varios agentes cancerígenos.

El NIH explica que debido a su contenido, el cigarro tiene serios efectos en la salud a corto y largo plazo: 

  • Incremento de la presión arterial 
  • Alteración de la frecuencia cardiaca y respiratoria 
  • Riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer, incluyendo pulmón, vejiga, estómago, boca, lengua y laringe.
  • Riesgo de enfermedades respiratorias como enfisema pulmonar, bronquitis crónica y EPOC
Los vapers incrementan el consumo en jovenes. 

Según datos de la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) medidas como la prohibición de publicidad y su consumo en espacios cerrados y abiertos de convivencia han disminuido el tabaquismo, el hábito sigue siendo un desafío de salud pública. 

Esto principalmente a las estrategias que la industria tabacalera implementa para atraer a los más jóvenes, como los cigarros con cápsula de sabor o los vapeadores y cigarros electrónicos que incluso se llegan a vender en máquinas expendedoras de manera ilegal y es muy fácil encontrarlos en lugares de esparcimiento como restaurantes, bares o antros. 

“Quiero seguirme cuidando y no recaer”

Conchita recuerda que cuando era más joven le gustaba mucho correr, sin embargo, siempre anteponía el vicio del cigarro, por lo que no era constante con el ejercicio ni cuidaba su salud.

Ahora, después de 15 años de vivir con el diagnóstico de EPOC y lograr dejar de fumar, asegura que quiere seguir cuidando su cuerpo, comer mejor, hacer más ejercicio y no recaer a pesar de que personas cercanas a ella siguen fumando. 

“Muchos de mis amigos no quieren dejar de fumar porque creen que van a subir de peso y es verdad, puede ocurrir porque la comida empieza a saber más rica y comes más”, menciona. 

“Dejar de fumar no es fácil, necesitas mucho el apoyo de tu familia, pero vale la pena el esfuerzo. Hay que luchar”, concluye.