Los calambres son contracciones involuntarias, súbitas y dolorosas de un músculo o un grupo de músculos. Generalmente duran desde unos segundos hasta varios minutos y pueden dejar sensibilidad o molestia después de pasar.
Esta clase de dolores en los músculos se producen cuando hay un fallo temporal en la señal nerviosa que controla el movimiento. Esto puede deberse a:
- Deshidratación
- Falta de minerales como potasio, calcio o magnesio
- Fatiga muscular o sobreesfuerzo
- Mala circulación
- Posturas prolongadas
- Ejercicio intenso
“También los receptores de oxígeno condicionan la presencia de dolor”, indica el doctor Michell Ruiz Suárez, académico del Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM.
En casos más raros, problemas neurológicos o metabólicos en el organismo pueden estar involucrados.
¿Qué te indican los calambres?
"El ser humano cuenta con más de 650 músculos, los cuales constituyen la mitad del peso corporal de una persona y se encuentran divididos en tres grupos principales de acuerdo a su funcionamiento: esqueléticos, lisos y cardíacos", señala Marlene Corona, académica de Ciencia UNAM-DGDC.
Por esta razón, los músculos más propensos para sufrir esta dolencia son:
- Piernas (especialmente pantorrillas).
- Pies.
- Muslos.
- Músculos de las manos.
- Abdomen en algunos casos.
Generalmente no son peligrosos, aunque sí dolorosos. Pero si ocurren muy frecuentemente, despiertan al dormir o se acompañan de debilidad o adormecimiento, podría ser señal de otro problema y conviene consultar a un médico.
Los músculos son tejidos capaces de contraerse y relajarse, lo que permite el movimiento del cuerpo y muchas funciones vitales. Sin ellos, no podríamos caminar, respirar, mantenernos de pie ni realizar actividades básicas.
Estos espasmos pueden durar desde segundos hasta varios minutos y que, al desaparecer, el músculo puede quedar sensible.
En la mayoría de las personas se presentan de forma ocasional, pero son especialmente frecuentes en deportistas, adultos mayores y personas con deshidratación.
Para reducir la aparición de calambres, los expertos recomiendan:
- Mantener una hidratación adecuada.
- Consumir alimentos ricos en potasio, calcio y magnesio.
- Realizar estiramientos antes y después del ejercicio.
- Evitar posiciones estáticas prolongadas.
- Calentar adecuadamente antes de entrenar.
- Usar calzado cómodo y adecuado para la actividad física.
En caso de que un calambre ocurra, se aconseja estirar con suavidad el músculo afectado, masajear la zona y aplicar calor para relajar la fibra muscular.
¿Has sufrido este dolor alguna vez?
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