A Germán Martínez Abad le cambió la vida en 2020, cuando tras meses de una tos persistente que ningún médico lograba explicar, recibió una noticia devastadora: cáncer de pulmón en etapa 4. “El doctor me dijo: tienes cáncer y lo primero que pensé fue en la muerte”. Hoy, cinco años después, su cáncer está controlado, y Germán se define con orgullo como un superviviente.
“Me considero un sobreviviente porque mi cáncer está controlado”, dice Germán Martínez, de 66 años, quien recibió hace cinco años un diagnóstico que cambió su vida. Lo que comenzó con una tos persistente, que varios médicos atribuyeron a reflujo, estrés o un simple resfriado, terminó siendo una enfermedad que lo enfrentó a la muerte.
Durante ocho meses, Germán visitó especialistas que no lograron identificar el origen de su malestar. “Ya no podía hablar, me faltaba el aire y lo más curioso es que nadie me dijo que fuera con un neumólogo”. Cuando finalmente se le practicó una tomografía, su pulmón izquierdo estaba completamente inundado. El diagnóstico fue contundente: cáncer de pulmón tipo ALK positivo, no operable.
El panorama inicial fue devastador: “el doctor me comentó que existía un medicamento dirigido, el cual va directamente al tumor sin afectar los órganos, porque me dijo, si te doy quimioterapia o radioterapia, en cuatro o cinco meses te vas porque es muy, muy agresivo tu cáncer. Se va a ir a huesos, a médula, a cerebro", dice en entrevista con Sumédico, en el marco del Día mundial del cáncer de pulmón, este 17 de noviembre.
Sin embargo, al hablar de este medicamento dirigido, se habló de una barrera mucho más complicada, el costo: unos 100,000 pesos al mes, casi de por vida. “Cuando el doctor me dijo que era caro, yo pensé en unos 5,000 o 10,000 pesos”.
Pero el destino cambió y todavía puso más difícil la situación cuando su hija, poco después fue diagnosticada con cáncer de mama. Sin saberlo y mucho menos pretenderlo, ella le consiguió información vital en la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM): en el INCan existía un protocolo de tratamiento que le permitiría acceder al medicamento sin costo.
“Gracias a Dios logré entrar, en un mes y medio me dieron las pastillas y con la segunda toma se me quitó la tos”, recuerda.
A partir de ahí, dice, siguió con este medicamento y hoy tiene una sobrevida de cinco años, pero desgraciadamente su hija no pudo resistir.
Una historia de dolor y la resiliencia
Mientras Germán mejoraba, su hija enfrentaba una batalla mucho más agresiva. El cáncer triple negativo no respondió a ningún tratamiento, ni en México y llevarla al extranjero aunque fue una opción, la realidad es que no tenía ya ningún sentido alejarla de su familia. Falleció en 2022, dejando a una hija de cuatro años.
“Nuestro motor es mi nieta que nos dejó mi hija. Está su papá, pero por su trabajo viaja mucho a Estados Unidos, porque anda en barco, entonces, pues nos queda la niña y eso nos da fuerza para seguir, aunque la enfermedad me ha quitado energía y peso”, dice.
A pesar del dolor por la pérdida, éste no apagó su esperanza. Germán halló acompañamiento psicológico y emocional en Respirando con Valor, donde pacientes y familiares comparten experiencias, se apoyan moralmente y reciben ayuda con viáticos o despensas. “Ese grupo ha sido un gran apoyo espiritual y sobre todo, no me he sentido solo”.
Pese a todo lo vivido, su tratamiento continúa. Cada tres semanas se somete a estudios de sangre y cada 12 meses a una tomografía. “Estoy limpio, y el tumor “está dormido”. "De cáncer no me voy a morir”, dice convencido.
Día Mundial del Cáncer de Pulmón
En México, el cáncer de pulmón es una de las principales causas de muerte por cáncer, y aunque se asocia principalmente al tabaquismo, cada vez más casos aparecen en personas que nunca fumaron. Germán es uno de ellos. “No fumaba, trabajaba en un centro de cómputo con aire acondicionado casi de manera permanente. Nunca lo voy a saber, pero cambió mi forma de vivir”.
La historia de Germán Martínez, más allá del dolor, es un recordatorio de la importancia de la detección oportuna, del acompañamiento emocional y de la lucha constante por el acceso equitativo a los tratamientos.
Detectar a tiempo salva vidas
De acuerdo con la doctora Marisol Arroyo Hernández, coordinadora del programa DETECTO del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), la mayoría de los pacientes, como Germán, son diagnosticados cuando la enfermedad ya está avanzada.
“En etapas tempranas, el cáncer de pulmón no da síntomas. Cuando finalmente se detecta, ya suele haberse extendido a otras partes del cuerpo”, explica.
El programa DETECTO ofrece tomografías de baja dosis gratuitas a personas mayores de 50 años con antecedentes de tabaquismo o exposición al humo de leña, buscando identificar casos antes de que los síntomas aparezcan.
“Detectar un cáncer temprano puede reducir los costos del tratamiento hasta 10 veces y, sobre todo, salvar vidas”, dice la especialista.
Más allá del tabaco
Aunque el tabaquismo sigue siendo el principal factor de riesgo, la doctora Arroyo advierte que el humo de leña, la contaminación, la exposición a metales pesados y los factores genéticos también pueden causar cáncer de pulmón, incluso en personas que nunca han fumado.
Hoy existen terapias dirigidas y medicamentos personalizados que actúan sobre alteraciones genéticas del tumor, ofreciendo mejores resultados y menos efectos secundarios. “Ya no hablamos solo de quimioterapia o radiación; ahora los pacientes pueden tener una vida más larga y de mejor calidad”, explica.
Al respecto, Fanny Romero Moreno, directora ejecutiva de Respirando con Valor, destaca los retos que viven los pacientes en México: diagnósticos tardíos, desinformación y falta de políticas públicas efectivas. La asociación, con más de 820 pacientes afiliados, trabaja desde hace 15 años ofreciendo apoyo emocional, transporte, oxígeno y orientación médica a quienes enfrentan la enfermedad más letal del país.
“Tenemos una deuda con el cáncer de pulmón…desafortunadamente no existe un Registro Nacional de Pacientes y no tenemos datos claros sobre este padecimiento”, dice Fanny Romero.
Coincide con la doctora del INCan en cuando a que, en México, el cáncer de pulmón sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer, y aun así, continúa siendo un tema del que se habla poco. Para Fanny Romero Moreno, directora ejecutiva de la organización Respirando con Valor, la indiferencia y la falta de detección oportuna son parte de una deuda que el país mantiene con miles de pacientes.
El problema, asegura, no es solo médico, sino cultural. “En México, la salud no se prioriza, antes está el trabajo o la familia, y dejamos los síntomas pasar”.
A esto se suma la falta de información sobre los factores de riesgo: el tabaquismo sigue siendo el principal, pero no el único.
“Hay mujeres expuestas al humo de leña para cocinar o calentar sus hogares, trabajadores que inhalan sustancias tóxicas y personas que viven en ciudades con altos niveles de contaminación”
Una de las luchas más importantes de Respirando con Valor es derribar los prejuicios que rodean al cáncer de pulmón. “El estigma más fuerte es el del fumador: fumaste, te lo ganaste. Pero el tabaquismo es una adicción, y faltan políticas públicas que den mayor atención a esta problemática, la gente no elige enfermar”.
Datos a considerar:
- Se calcula que en México cada año se registran alrededor de 9,000 casos nuevos de cáncer de pulmón, y en el 80 % de ellos el desenlace fatal es a corto plazo, aproximadamente de seis meses.
- A escala mundial es la causa principal de decesos relacionados con el cáncer, y su tasa de mortalidad es la más elevada en hombres y mujeres, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Cada año fallecen cerca de 8,000 mexicanos por esta condición, según la Clínica de Tumores Torácicos del Instituto Nacional de Cancerología.
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